Desde el vestidor

Matosas también le vio la cara al Atlas

Las grabaciones que pusieron en tela de juicio la ética del técnico uruguayo, Gustavo Matosas, simplemente vinieron a dar cuerpo a las versiones que siempre lo rondaron. Era una constante escuchar las supuestas estrategias que utilizaba para intentar en varias ocasiones traer jugadores a los equipos que dirigió en la Liga MX.

Esos rumores conforme pasaban los años, no solo eran más insistentes, sino apegados a una realidad que muchos clubes en la intimidad habían experimentado teniendo a Matosas como su técnico, y detrás de él, a su representante Fernando Pavón, quien se presume es inversionista del Inter Playa del Carmen de la Serie A en la Segunda División Premier.

Los inicios en el balompié mexicano de la dupla Matosas-Pavón fueron supuestamente con la intervención y colaboración del promotor mexicano Greg Taylor, y su socio Manuel Velarde, principalmente cuando el uruguayo dirigía al León, pero algo sucedió en el camino, porque esa alianza se rompió misteriosamente.

Se presume que el distanciamiento se dio durante la estadía de Matosas en el Atlas, donde el entrenador pidió los fichajes del uruguayo Cristian Tabó y el argentino Gonzalo Bergessio, a quienes en su momento también busco llevar a las Águilas del América, pero en Coapa investigaron los costos reales de ambos y ahí se derrumbó todo.

La entonces directiva americanista supuestamente investigó el precio real de Tabó procedente del club Nacional de Uruguay que rondaba los 300 mil dólares, y supuestamente pedían un pago de alrededor de 1.5 millones de dólares, ese podría haber sido el primer roce entre el entrenador y las Águilas.

Matosas Paídon apareció meses después en el Atlas, y ahí mantuvo su estrategia de llevar a Tabó y Bergessio, el área deportiva de los Rojinegros palomeo los fichajes, su costo hasta ahora es todo un misterio, pero la anterior directiva sigue viviendo con la amargura de que se burlaron de ellos.

Casualmente quien era el director deportivo Heriberto Ramón Morales fue despedido en marzo de 2016, bajo el argumento de que los resultados del equipo eran cuestionables, pero se pensó en su momento que fue presa de la dupla Matosas-Pavón, y desde entonces no ha vuelto a trabajar en algún club.

En las entrañas del futbol mexicano para nadie era un secreto que Gustavo estaba vetado, todo promovido por la entonces dirigencia atlista, y se estima que en ese momento se pudo dar su rompimiento con Greg Taylor y Manuel Velarde, al grado de que en el círculo de estos últimos está estrictamente prohibido mencionar los nombres del entrenador uruguayo, y del promotor.

Luego de los últimos acontecimientos vividos con las reveladoras grabaciones de Matosas-Pavón, en la Federación Mexicana de Futbol y  Liga MX el tema es tomado con las medidas del caso, y solo estarían esperando que se presente algún pronunciamiento del Comité de Ética de FIFA.

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