El Clásico regio, una realidad incómoda
Desde que bendito Dios regresé a vivir a la CDMX, el 2 de enero de este 2022, me había dedicado -salvo en contadas ocasiones- a los equipos de acá, más Chivas, Puebla, Toluca, Gallos, Atlas, pero muy poco a los regios.
Sin embargo, hoy están en la antesala del partido con más calidad, montos, cifras, choque, pasión interna y lo que quieran agregarle, de nuestra Liga.
Me queda muy claro que acá en CDMX no les gusta que la gente diga la verdad más grande de nuestro futbol: los regios han llegado para quedarse en la cima de nuestro balompié.
Lo que argumentan
-“Es que los regios se creen grandes”.
Nooo, amigos de todo el país, créanme que los norteños ya dejaron atrás esa tontería. Eso de “grandes” es la mayor estupidez en la actualidad creada y continuada por los antiguos de la tele.
Esos que piensan que aún el Atlante y Atlético Español son más importantes que Tigres y Rayados se quedaron a los años 80. La polilla no los deja modernizarse.
Partiendo de que en las televisoras aún le siguen diciendo “grande” a Pumas, Azul y Chivas (América es el único), que son inferiores ya a Tigres y Rayados, partiendo de ahí, mejor ni le sigamos.
Síganle llamando “grandes” a los que hace 50 años lo eran y que ahora dan lástima, comenzando con el Guadalajara.
-“Es que Tigres y Rayados son equipos regionales”.
Otra frase que me da risa. ¿Regionales es algo que se debe tomar como crítica o insulto? ¿Regionales solo porque no son de la CDMX?
Tienen años, Tigres y Rayados, siendo los de mejor plantilla, los más caros, los más taquilleros, los de las asistencias más pasionales, los que siempre están en la Conca llegando a Finales.
Entre ambos tienen nueve Finales de Concacaf jugadas. Júntense a los que llaman “grandes” y esos cuatro no suman lo de los dos regios.
El mundo evoluciona, señores, ya la leche no se reparte casa por casa en una bicicleta dejándote los envases de vidrio en la puerta de la casa.
El mundo evoluciona, ya no se mandan cartas en un sobre ni se pide una llamada hablándole a la operadora, tiempos en los que quedaban campeones a los que ahora quieren seguir ensalzando.
Así me figuro a quienes siguen hablando de grandeza a los campeones de los años 50 y 60 y que ahora tienen un presente muy mediocre.
“El único deber que tenemos con la historia es rescribirla”, dijo Óscar Wilde.
Si solo ensalzamos la historia; entonces, nadie se esfuerce, nadie se supere, porque sólo debemos aplaudirle a los abuelos y bisabuelos, aunque ellos ya no produzcan en la vida. Ya no vayas a la escuela ni a las grandes universidades, porque los del centro se rehúsan a aceptar que alguien te puede superar.
Absurdamente ridículo.
El Clásico regio
En Monterrey se vive el futbol como en ninguna otra parte. En ninguna. Y quien diga lo contrario, que lo demuestre.
Quería pasar por alto el famoso Clásico Nacional, que tiene mucho tiempo que es un partido más insulso que un Jaguares vs Veracruz de la Jornada 5 del Clausura 2007.
Los regios, guste o no a los que no vivimos en esa tierra, saben disfrutar y meterse a sus equipos al 100%, como ninguna otra afición en el país.
Su Clásico se vibra, se sueña, no se anda con apuestas del “Loco” Valdés vs Sergio Corona para mantenerlo vivo.
En la década de los 70, de los 80, de los 90, y el inicio del 2000, todos iban en contra de los que llamaban grandes. Caían gordos. Todos queríamos que perdieran porque los veíamos hacia arriba.
Hoy, en pleno 2022, los regios caen mal, son criticados, los ven con recelo, destacan lo malo de ellos y lo bueno lo minimizan.
¿Por qué? Porque ya no son indiferentes, porque son los dos poderosos, los ricos, los de jugadores estrellas.
Es normal, el jodido ve con coraje al que tiene. Maldita cultura latina.
Yo he vivido en ambas ciudades, décadas viviendo el futbol desde Monterrey y ya tres años y medio en la CDMX, ciudad que amo y en la que me gustaría quedarme a vivir. Soy un regio que disfruta y aplaude a la capital del país.
Bendita CDMX, multicultural y urbe mundial.
Bendito futbol mexicano que nos hace vibrar cada día.
…Y benditos equipos regiomontanos, que sin ellos viviríamos pensando aún que los grandes de los 80 son todavía a quienes hay que rendirles pleitesía.
Ahora entiendo porque los regios caen mal, porque ya superaron a muchos… Aunque no estén geográficamente en la capital.
El futbol regio es otra cosa, es algo que la defino con las palabras del filósofo Aristóteles, entre la diferencia de los supuestos grandes… Y ellos:
“La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder”.