Desde el Ángel
La visión nublada por el fanatismo a los colores; el daño a nuestro futbol
“El fanático no es quien tiene una creencia (teológica, ideológica o la que fuere) y la sostiene con fervor, no. El fanático es quien considera que su creencia no es simplemente un derecho suyo, sino una obligación para él y para los demás”.
François-Marie Arouet, mundialmente conocido como Voltaire, escritor, filósofo e historiador francés.
El fanático no entiende de razones, sólo ve por su equipo, y un mismo suceso lo juzga dependiendo de si es a favor o en contra del suyo.
El cúmulo de sucesos y reacciones a estos que vivimos el fin de semana pasado no es nada nuevo ni tampoco es para extrañarnos.
Y no me refiero netamente a la pésima actitud de Nahuel Guzmán de lanzarle luz de un rayo a Esteban Andrada, eso sí es 100% criticable, ni tampoco al asqueroso y naco aficionado de Tigres que lanzó orines a los aficionados que estaban en el estadio.
Ni tampoco a la corriente señora Rayada que estaba en Club Seats, y algunos otros más, que lanzaron líquidos a Gignac y a otros jugadores en el festejo de gol. Corriente y bajo.
Claro que eso sí es condenable, criticable y sancionable. Eso no se puede aceptar.
Lo que me refiero es a las reacciones de la gente justificando a los suyos, condenando a los contrarios e ignorando lo propio.
Sé que hay muchos aficionados fanáticos que odian este tema, ¿y saben por qué?, pues porque se ven reflejados pero su cerebro les dice que están bien.
¡Cómo es posible que haya habido fanáticos que justifican lo hecho por Nahuel! Yo soy un fan muy fan de la calidad del meta felino, poniéndolo como el segundo mejor de la historia del futbol mexicano sólo por debajo de Miguel Marín, pero no por eso voy a aplaudir lo hecho por él.
Tan criticable fue que el propio jugador y el club mismo salieron a disculparse y a apoyar las disculpas ante todo el público, principalmente hacia Andrada.
¿Por qué defienden la acción?, ¿porque es de su equipo? Qué tristeza.
Ojalá ese ímpetu, esas ganas, esa energía, ese valor lo tuvieran para defender los derechos que como ciudadanos tenemos y que los políticos los pisotean diariamente.
Y la gente en redes es peor. ¿Es del otro equipo?, entonces hay que joderlos; ¿es del mío?, pues se justifica o se ignora.
En redes la gente sólo ve lo del contrario. Todos atacamos al asqueroso Tigre. Ahí no vi a nadie defendiendo esa acción tan disgusting, y ojalá veten a ese enfermo del BBVA y del Universitario. Ya que el maldito Fan ID sirva de algo.
Pero casi nadie de los que condenaron a ese asqueroso por ser Tigre dijo nada de la corriente señora que arrojó líquidos a Gignac. Y hay videos que lo condenan. ¿Por qué ahí no dijeron nada?, ah, porque es aficionada de su equipo.
¿Me siguen en lo que quiero decir?, que los que no estamos contaminados con los colores podemos acusar igual a uno que a otro, aplaudir a tal lo mismo que a cual, pero eso poco lo vemos en la sociedad deportiva de nuestro futbol.
Y lo peor es en los medios, que por ser aficionado de un equipo algunos se la pasan criticando tal acción sólo porque es del otro, y jamás enfatizan lo que sucede en su club. Cuando abiertamente te casas con un equipo pierdes mucho. Tan bien que se siente criticar y aplaudir a ambos.
¿Por qué se habla poco de la pésima acción de aventar líquidos cuando anota el rival? ¿Por qué ahí no se dice nada, o muy poco? ¿Porque era rayada y ahí sí se vale?
El Fanático no tiene cultura. No tiene educación. Es un borrego guiado. No es más.
No está (por no decir nunca) en sus 5 sentidos mentales. Sólo le interesa tener la razón, sin que ella lo acompañe.
“Creencia de gente…”.
Lo dice la señora que vende hierbas para sanarte, pero aplica para muchos temas.
Lees cada cosa en Twitter (yo no le digo “X”) que ya no sabes ni qué decir.
El fanático no sólo requiere imponer su razón y decir que su equipo es el mejor, sino también no entiende ni comprende cuando existe alguna crítica.
Piensa que porque criticas algo de su equipo ya estás en contra, o porque aplaudes algo del otro es que le vas a ése que él odia.
Es tan cerrado su pensar y tan nublada su visión que no da para entender que su equipo también merece críticas y el otro también merece aplausos.
Lo vi este fin de semana. Un tuitero puso que yo saqué mi lado Tigre porque cuestioné la corriente, naca y chafa acción de esos enfermos de pisar la camiseta de Messi.
¿O sea que quien critique eso es porque le va a un equipo contrario al suyo? ¿Ya ven lo que es ser fanático?
Luego ayer escribí que me sorprendió el comunicado de Tigres de estar llorando por lo de los arbitrajes. “Wooow…”, le puse.
Y para pronto que me ponen que me quite la camisa de Rayados.
No puedo con ese nivel de razonamiento. No puedo.
Mi frase…
Si exigen que el futbolista y el periodista levantemos el nivel, comencemos con levantarlo nosotros mismos como aficionados.
Es muy de fanáticos defender todo lo de su club por ser de su club aunque la acción haya estado mal.
Pregunto…
Y aquí es donde si no te queda claro, es que no tiene caso explicarlo 1,000 veces. Jamás será comprendido.
Lo que tú defiendes de tu equipo, lo que sea, lo que quieras, un penal dudoso que crees no era, un gol anulado de tus colores que piensas que sí era, ¿lo reclamarías igual si fuera del equipo contrario y te favorecieron a ti?
No, ¿no verdad?, entonces poco vale tu opinión, porque tu lucha está 100 por ciento sesgada por los colores, y cuando eso sucede no puede llamarse de otra forma que “Fanatismo”.
Posdata…
¿Qué opinas de todo esto? Te leo en mis redes y en las de Multimedios.
Venga, dame la razón de lo que escribí insultándome porque te sentiste identificado o ponme lo que quieras.
PD: Me gustarían respuestas de calidad.