Columna de Raquel Pérez de León

La salud mental: ¿qué es y qué hacer para cuidarla?

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Cada año se busca crear conciencia sobre los trastornos mentales, así como dar más apoyo y herramientas para el bienestar de las personas.

¿Qué es la salud mental? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es un estado de bienestar que debería permitirnos hacer frente a las situaciones de estrés, desarrollarnos plenamente, trabajar y contribuir a nuestro entorno. No se trata únicamente de la ausencia de problemas mentales, sino que va mucho más allá y cada quién la vivimos de diferente manera. A lo largo de la vida existen múltiples factores que la determinan: psicológicos, biológicos, genéticos, así como las habilidades emocionales de cada persona, entre muchas otras cosas.

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El autocuidado es una herramienta clave para mantener y/o mejorar nuestra salud mental: consiste en darnos tiempo para cuidarnos a nosotros mismos, y hacer cosas que nos ayuden a vivir y sentirnos bien, física y mentalmente. Estas son algunas recomendaciones para cuidar tu salud mental:

1. Haz ejercicio. 30 minutos al día pueden hacer la diferencia en tu estado de ánimo y tu autoestima y prevenir la ansiedad. Si no puedes hacerlos de corrido, acumula pequeñas cantidades de actividad a lo largo del día.

2. Cuida tu alimentación.

  • El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados se ha relacionado con trastornos como la depresión, pues contienen altas cantidades de azúcares, grasas, sal y otros aditivos que no aportan ningún beneficio a la salud.
  • Es importante llevar una dieta equilibrada para lograr un buen rendimiento: muchos vegetales, suficientes proteínas de buena calidad, así como hidratos de carbono saludables.
  • Consume ácidos grasos omega-3. Están presentes en los pescados de agua fría como el salmón y el atún, en el aguacate, el aceite de oliva y semillas como la linaza y la chía. Se ha visto que este tipo de grasas mejoran la función cognitiva y el estado de ánimo.

3. Descansa y recupérate. Los adultos necesitamos dormir alrededor de 7-8 horas. La falta de sueño puede disminuir nuestra vitalidad, ponernos de malas, y bajar nuestro rendimiento físico y mental.

4. Acostúmbrate a dar gracias. Ser agradecidos nos hace sentir bien y, si esto lo convertimos en un hábito, puede tener un impacto positivo en nuestra vida: mejora nuestra capacidad de tomar decisiones, contrarresta las emociones negativas y nos ayuda a tener mejores relaciones.

Recuerda que el autocuidado es diferente para todos, lo que necesitas es identificar qué te hace bien a ti, y empezar a incluir nuevos hábitos para sentirte feliz en todos los aspectos de tu vida.

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