¿Taylor Swift provocaría un 'sismo' en sus conciertos? Esto dice experto

Taylor Swift realizó dos presentaciones en Seattle en las que se detectaron señales comparables a un temblor de intensidad 2.3 en la escala sísmica.

Taylor Swift / Twitter

Durante sus actuaciones en el estadio de Seattle el 22 y 23 de julio, Taylor Swift y sus fans lograron generar, de manera literal, sacudidas en la tierra: en los conciertos de The Eras Tour, se captaron en un sismómetro cercano señales que se asemejan a un sismo de magnitud 2.3. Con un setlist que abarcó casi tres horas y media, la intérprete cautivó a más de 70,000 personas, estableciendo un récord de actividad sísmica detectada en el Lumen Field y originando el fenómeno denominado "Swift Quake".

En un futuro cercano, es posible que este "temblor" tenga un eco en México, ya que la cantante de música country tiene programados cuatro conciertos en suelo mexicano del 24 al 27 de agosto, un evento esperado por sus fieles seguidores desde hace tiempo.

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Con el objetivo de obtener más información al respecto, Milenio buscó la opinión del Director del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el Dr. Arturo Iglesias Mendoza, quien abordó la cuestión de si las entusiastas seguidoras y seguidores de Taylor Swift, también conocidos como "swifties", podrían o no generar vibraciones en el terreno del Foro Sol. Este recinto, ubicado en la alcaldía Iztacalco de la Ciudad de México, tiene una capacidad de albergar a 65,000 personas.

“Seguramente va a ocurrir, no hay ninguna duda, pero eso no quiere decir que se trate de un sismo o que represente riesgo alguno”, explicó el especialista. Es decir, sí habrá un movimiento, al que no precisamente se le puede llamar terremoto.


¿Exisitrá el  “Swift Quake” en la CDMX?

Según el análisis del especialista, la actividad de las personas en eventos de esta índole provoca vibraciones que son detectadas por sismómetros, lo cual no se limita exclusivamente a los conciertos de "Miss America". No obstante, la intensidad de estas vibraciones está condicionada por factores específicos.

En palabras del geólogo Arturo Iglesias, el nivel de entusiasmo y la sincronización de los admiradores de Taylor Swift durante el evento pueden influir en la magnitud de las "sacudidas" que se perciban, afectando la cantidad de energía liberada que los sismómetros logran medir.

Además, un factor crucial a considerar no solo es la cantidad de público presente (en el Lumen Field, se contabilizaron más de 70,000 asistentes, mientras que se prevé 5,000 menos en el Foro Sol), sino también la naturaleza de la infraestructura y las instalaciones del recinto, tal como señaló el especialista.

Por otra parte, es relevante tener en cuenta la distancia que separa al sismómetro responsable del registro del movimiento. A pesar de que los admiradores pueden generar vibraciones al brincar y bailar, es probable que estas solo se perciban en la zona cercana a lo que podría ser comparado con el "epicentro".

¿Baile o sonido?

La génesis del fenómeno denominado "Swift Quake" no es el único aspecto que ha sido objeto de investigación en la comunidad científica. De hecho, ya se han realizado análisis exhaustivos de conciertos de otros artistas y festivales musicales en los que se han contrastado los datos recopilados.

En el caso específico del concierto de la intérprete de "Style", Jackie Caplan-Auerbach, sismóloga que compartió las mediciones obtenidas durante el concierto en Seattle, señaló que, si bien los saltos y el baile transforman en energía liberada sobre la superficie terrestre, podría ser el sistema de sonido un factor crucial que influye en la magnitud de las vibraciones.

No obstante, el artículo "One step beyond", publicado en la revista Astronomy & Geophysics de la Universidad de Oxford, revela que se ha constatado que la energía disipada por una multitud bailando es considerablemente mayor que la proporcionada por el sistema de sonido.

La ciudad se caracteriza por su composición de suelos arcillosos y su ubicación en una región con presencia de fallas geológicas, lo que hace que la noción de un posible "Swift Quake" con mayor intensidad en comparación con lo sucedido en Seattle no sea descabellada.

No obstante, el Director del Servicio Sismológico Nacional aclaró que es poco probable que exista una amplificación debido al tipo de terreno, y subrayó que sería complicado verificar esta hipótesis.

"De hecho, incluso en los microsismos en el oeste de la ciudad, no hay una relación evidente de amplificación por los suelos arcillosos en la capital", añadió. Es importante destacar que ciertas señales sí pueden amplificarse considerablemente, pero esto ocurre en frecuencias de períodos mucho más prolongados y está relacionado con sismos de mayor envergadura.






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