El Tri de Londres 2012, los 'bichos raros' en Villa Olímpica que admiraban atletas
Oribe Peralta platicó a Mediotiempo cómo se vivió la experiencia de la Selección Mexicana en la Villa Olímpica, en donde los volteaban a ver "como bichos raros".
El Tri está a punto de iniciar su participación el Tokio 2020 al medirse a Francia y es imposible no echar una mirada al pasado reciente. El Oro de Londres 2012 es lo más valioso que queda de la Selección Mexicana en aquellos Juegos y las anécdotas en la Villa Olímpica son los momentos que más enriquecen ese recuerdo para Oribe Peralta, el que fuera figura en la obtención de la presea marcando el doblete a Brasil.
A casi 9 años de aquella gesta, el Hermoso recordó para Mediotiempo los momentos emblemáticos de esa aventura, particularmente después de la Fase de Grupos, pues fue cuando llegaron a la capital de Inglaterra que realmente se empaparon del ambiente Olímpico.
“En una ocasión vimos entrenando a Isinbáyeva y nos topamos con el equipo de basquet de España, en aquel entonces creo que estaba (Pau) Gasol, personas imponentes que se conocían en todo el mundo”, recordó.
'En el comedor de la Villa todos nos veían por entrar con música'
El Tri pasó la primera fase de Londres 2012 en sedes alternas, pues jugaron en el St. James Park en Newcastle, en la Ricoh Arena de Coventry y en el Millenium Stadium en Cardiff. Por ello fue hasta la segunda ronda cuando se instalaron en la Villa Olímpica, donde el folclor de los atletas provocaba que los voltearan a ver como si fueran agradables “bichos” raros.
“Era una camaradería total con muchos atletas y entre nosotros; de los momentos que más recuerdo eran las entradas al comedor, que llegábamos nosotros de las prácticas o de los partidos siempre con música, siempre alegres y hacíamos que todas las miradas voltean hacia donde estábamos nosotros. Es un recuerdo muy, muy padre”, expresó.
Aquel complejo en la capital de los Juegos Olímpicos del 2012 incluía 62 edificios, 2 mil 818 departamentos, una escuela y una clínica múltiple, además de que su zona principal contaba con amenidades como banco, cafetería, tiendas, entre otras cosas. Esa vez se hospedaron casi 17 mil atletas durante toda la justa, que comenzó el 27 de julio del 2012 y culminó el 12 de agosto.
“Otro de los recuerdos era ver cómo los atletas se preparaban para las competencias, desde muy temprano ya estaban corriendo o entrenando en el gimnasio, entonces el ver este tipo de actitudes de las otras personas te hacía enfocarte aún más”, mencionó Peralta.
Ya en la fase final, México no salió de Londres y ahí marcó su camino al Oro, ya que en Wembley le ganaron a Senegal, Japón y Brasil.
“Se vive un ambiente diferente estando en la Villa Olímpica conviviendo con atletas de todos los países, el ambiente es diferente, porque en cuanto a los estadios, todo lo demás, es prácticamente lo mismo que un Mundial, que una Copa América o cualquier otro torneo al que asistes”, explicó.
“Para mí representar a México siempre ha sido un orgullo, algo sumamente motivante y en aquella ocasión era lo mismo, me ha tocado estar en Copa América, partidos amistosos, eliminatorias, panamericanos, y el poder competir en una olimpiada para mí era un orgullo inmenso y sin duda la alegría estaba a tope”.
Tokio 2020; una Villa sin tanto júbilo
Este martes fue inaugurada la Villa Olímpica en Tokio, con un ambiente mucho menos festivo, ya que por la pandemia se cancelaron las ceremonias de bienvenida a las diferentes delegaciones.
De cualquier modo será la casa principal de estos Juegos, con capacidad hasta para 11 mil atletas en departamentos distribuidos en 23 torres, entre las que se encuentra incluso una “clínica de fiebre”, pues será el lugar donde se aíslen a los sospechosos de COVID-19.
Por ello, las restricciones serán mayúsculas y según el Comité Organizador, el 80 por ciento de los ocupantes de la Villa Olímpica estarán vacunados, cifra que contrasta con la población japonesa, porque solo el 6% ha recibido la vacuna.
En esta ocasión, el Tri llegó a Japón el viernes pasado, pero viajó a Hiroshima para una concentración antes de debutar en Tokio el jueves 22 contra Francia, para luego jugar el día 25 contra Japón en Saitama, a media hora de la capital japonesa, y cerrar la Fase de Grupos frente a Sudáfrica el 28 en Sapporo, la sede más lejana de Tokio (a más de mil kilómetros), en el norte de la nación nipona.