Columna de Miguel Gurwitz

Brasilerisimo

La historia del futbol en los Mundiales tendría que narrar, antes y después de Brasil, el Pentacampeón. Del equipo visto y analizado por todo el mundo, mismo, que paraliza su movimiento cuando esos 11 fuera de serie entran a la cancha y muestran la magia con la que fueron dotados para tratar el balón. Para esconderlo cuando se acerca el rival y hacer pensar a todos que lo llevan pegado a los pies.

Ese es Brasil, el de siempre, el que llena los estadios y de inicio hace que el adversario modifique su estilo de juego y su sistema táctico. Símbolo de inspiración para muchos, motivo para fincar los sueños de los niños y razón de sobra para pensar que de pronto no se está enfrentando a 11 seres humanos, sino a máquinas superdotadas que trabajan a alta velocidad.

Sin embargo, ese mismo Brasil capaz de generar cualquier cantidad de expectativas carga con una sola obligación, la de ser campeón del mundo. Cualquier resultado o posición que ocupe este equipo que no sea la más alta se le llama fracaso y aunque se diga y es cierto que las distancias en el futbol se han acortado, Brasil siempre será el gran favorito, por historia y por presente, porque el mundo del futbol no sería igual sin que se le catalogue como el mejor de todos, el favorito del mundo y el obligado al titulo.

Para este Mundial la situación es la misma, de hecho, mas que en otras ocasiones, Brasil es el máximo favorito para quedarse con el titulo, su calidad individual y su manera de enfrentar los partidos así lo indican. Este Brasil marcado con  un favoritismo mucho más fuerte que en otras Copas del Mundo ha comenzado con el pie derecho con una victoria discreta y producto de la genialidad individual más que de su juego en conjunto. Que no nos extrañe, quizá este equipo no nos ha dejado satisfechos en sus primeros 90 minutos mundialistas, sin embargo, así son, van de menos a más, van calentando motores transformándolos en autenticas turbinas.

Brasil mejorará al pasar de los partidos, irán demostrando  por qué son los consentidos del mundo e irán convenciendo a todos con su futbol, que no quepa duda, Brasil mostrará mucho más de su magia. Ante Croacia olvidaron su varita, ante los demás no será así, porque este equipo es el único capaz de convertir este deporte en un verdadero arte.

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