ATLANTIS: 40 años de lucha. Festejó en la catedral con globos y costalazos (3 de 3) | VIDEO
A donde más le sabe, arriba del cuadrilátero, deleitó con sus mejores pasos; los rivales de siempre lo reconocen como un gran rival.

Al son que le tocaban, siempre respondió. Su paso preferido, siendo técnico, pero cuando le tocó estar del otro lado, en el antagónico, en el rudo, igual tuvo el ritmo para seguir enamorando pupilas, porque lo suyo siempre fue y ha sido toda esta parafernalia.
Atlantis, 40 años después, y como si fuera la analogía de un baile, festejó en la pista que siempre mejor le acomodó, el ring de la Arena México, el sitio en donde sus pasos más guapachosos le dieron para despojar de su tapa, a nueve de los luchadores más icónicos de la historia.
Una trayectoria repleta de glorias, de capítulos extraordinarios, pero además siempre inmersos en esa tonalidad apuntando a las hazañas, a las campanas, a las alarmas en señal de victoria.
Y otra vez, como lo hizo desde que decidió aventurarse en la capital del pancracio, el Ídolo de los Niños se enfundó en la capucha, como dicta su tradición, cien metros antes de llegar al recinto.
Aunque para esta ocasión, con la cereza y el aderezo de que era la fiesta de sus 40, y también con ese manojo de nervios tan característico en él, porque, además, y como mejor le sale, su verbena se la siguió en el cuadrilátero, luego de que un día antes pudo darle las gracias a su querida Virgen de Guadalupe, en la misma Basílica, en su casa del Tepeyac.
Noche de llaves, costalazos, lances, patadas voladoras, pero esta vez con dedicatoria para el enmascarado que hizo ver lo difícil como algo rutinario, ese mismo que con todo y el tiempo encima, augura que las manecillas seguirán aumentándole a sus rayitas en este idilio con la lucha libre, porque además sus seguidores se mantienen estoicos.
Como Luis, quien orgulloso y presuntuoso, y sin importarle que ya llovió, sigue siendo uno de sus fieles, porque prácticamente caminó de su mano en esta historieta llamada vida.
“Tengo 41 años, y desde que tengo uso de razón sigo a Atlantis; la primera vez que lo vi fue en la Plaza de Toros El Cortijo, allá por la Romero Rubio, como por el 95-96, iba de aliado con Octagón y Máscara Sagrada, se enfrentó al Perro Aguayo. Me gusta como lucha, su máscara, su uniforme, y siempre lo he seguido, desde que era niño, y aunque ahora ya no lo soy, siempre seguirá siendo mi ídolo.
“Tuve la oportunidad de venir a la lucha de Mano Negra, no fue Aniversario; a la lucha del siglo, Atlantis contra Villano III, y a la del Último Guerrero, esa la sufrí, yo sentí que iba a perder, y hasta me puse a llorar, pero salimos adelante”.
Ya lo dijo el mismo protagonista del festín luchón, cómo pagarle a esa gente que lo convirtió en estrella, y que, sin chistar, lo sigue ondeando como en su estreno.
“Atlantis, ídolo, Atlantis leyenda, a seguir para adelante, ya tiene su segundo y su tercer aire, y a darle con todo campeón, muchas felicidades”.
La cereza de la pachanga…
Con el aliado de siempre, con el que hasta hizo películas, Octagón, y además con uno que hace no mucho igual le hace segunda, su vástago, el retoño que lo aplaudía desde el graderío, pero que ahora es comparsa en la esquina: Atlantis Jr., se dispuso a celebrar una fecha tan importante.
Del otro lado, los oponentes que normalmente buscaron opacarlo con nuevos pasos, como Último Guerrero, Averno o Fuerza Guerrera, aunque como sucedió casi siempre, de una no pudieron ser los aguafiestas.
¿Qué opinan los rivales, de Atlantis?
Experto en provocar la furia de los otros, de los contrincantes, éstos igual se unieron a la festividad, porque además en ese camino de la trascendencia, pudieron ayudarse a ser más notorios en este nicho tradicionalmente mexicano.
El Mosco de la Merced, su rival clásico hasta la fecha, aunque en la pachanga le puso sus cates, tuvo ese instante de buena onda, claro, sin regalo de por medio.
“Atlantis es un gran luchador, tiene las máscaras más famosas que ha habido en México, para mí un orgullo enfrentarlo, tenerlo como rival, le mando un abrazo por su aniversario, aunque arriba del ring van a ser madrazos. Lo que él ha logrado, y los años arriba del ring, no cualquiera.
“Soy su papá, también de Octagón, y de muchos que se autonombran ídolos; estoy listo para jugarme la máscara, pero ellos son los que no se animan”.
Pirata Morgan, el mejor luchador del mundo, con quien entregó batallas suicidas, despojado del modo rufián, y en un rato de inspiración ligada a la honestidad, igual sólo tuvo buenas frases para el festejado.
“Para mí, Atlantis fue uno de los que tuvo mucha importancia en la carrera del Pirata Morgan, porque casi en la mayoría de su trayectoria, los 17 o18 años que estuve trabajando en la Arena México, fue un luchador que siempre estuvo enfrentándome, además creció rápidamente, él debutó enseguida en las semifinales y se hizo estrella; en aquellos tiempos era una maravilla en el ring, porque en ese tiempo no había el estilo de lucha que él manejaba, que era muy aéreo, se exponía mucho en sus lances, pero si no lo hacía, no hubiera sido Atlantis, y lo que ha logrado, lo tiene bien merecido. Era un poema luchar contra él”.
Triunfo para celebrar 40 años de un relato que, con la composición de millones de párrafos, ya son valederos para que sea leyenda
MT Lucha | Atlantis: 40 años de lucha (capítulo 2)
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.