¡El japonés más mexicano! Okumura vino al país de visita y se quedó a echar raíces
El luchador nipón la padeció al principio con la comida, pero ahora aguanta el picante como un nacional más.
Okumura tiene esa chispa irreverente y picante como la de cualquier mexicano, pero sus ojos rasgados y el acento de la voz, enseguida lo delatan que más bien es el japonés más mexicano, porque él en realidad vio la primera luz en el llamado país del sol naciente.
Y como buen nipón, quien hoy pertenece a la facción Los Embajadores del Mal, en el CMLL, es uno de tantos luchadores que ha dado al día de hoy aquella nación asiática y que, como la mayoría de su nicho, decidieron hacer campaña en donde se dice que está la mejor lucha libre del mundo.
Pero con tal suerte que lo que era venir a probar sus alcances, se convirtió en adoptar a México como su segunda casa, pues se quedó a echar raíces y a hacer su vida en territorio azteca.
“Fue muy difícil, pero gracias a Dios, a la fecha, sigo estudiando y sigo aprendiendo; desde que llegué estoy en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), no creo que haya un luchador extranjero con más tiempo acá, no era mi plan, pero estoy muy contento aquí, porque sigo haciendo mi carrera. Se me hizo complicado cambiar el idioma, las costumbres, la cultura y entonces tuve la necesidad de aprender cosas nuevas y de echarle muchas ganas.
“La primera vez que luché en la Arena México me enamoré de este escenario, porque es el más importante; tenía diez años de experiencia y de actuar en inmuebles muy grandes, pero acá fue impresionante y fui alargando cada año mi permiso de trabajo, porque además la empresa me dio chance de seguir con ella, pero tampoco era mi plan, esa es la realidad”.
¡Cinco semanas tuvo problemas estomacales!
Oku, sin miramientos y menos vergüenza, pues entiende que es el padecimiento de cualquier mortal como él, comparte en entrevista con mediotiempo que, cuando llegó, padeció hasta durante cinco semanas problemas estomacales, pues se pasó de chile, literal.
“Todavía me gusta el sushi, es mi comida favorita, pero amo la comida mexicana; a cada rato padecía de la panza con el picante, con las salsas, habanero, porque como no conocía, yo le ponía un montón y a cada rato iba al baño.
“Como un mes y medio después de que empecé a trabajar tuve diarrea, cinco semanas seguidas, porque traía medicamentos de Japón para eso, pero nunca me recuperaba; de hecho, un viernes estaba en el baño, subí a luchar concentrado, regresé al baño y otra media hora, me operaron de apendicitis y ya después me recomendaron que tomara medicina de aquí”.
Palomea quedarse en México
Y ante el cuestionamiento de qué le diría al joven japonés que arribó en 2004 a establecerse en un país ajeno, lanza: “cuánto tiempo te vas a quedar, le preguntaría a Okumura”, dice el japonés más mexicano.