Columna de Caleb Ordoñez

Mexicanos al grito de ¡juerga!

¡Ay Papantla, tus hijos vuelan! Grita el sensacional actor Guillermo Villegas en su scketch “Harina”, video que cientos de mexicanos no han dejado de compartir. Una victoria del humor negro nunca vista desde el afamado “Edgar se cae”.

El video de Backdoor nos hace reír, pues quizá nos identifica, ya que los mexicanos tenemos una forma muy característica de demostrar nuestra euforia cuando se trata de bebidas y en ese caso el uso de un estupefaciente tan dañino como la cocaína.

La fiesta y la bebida es muy común entre los deportistas profesionales de futbol. ¿Qué tanto podemos juzgarlos y recriminarles por su amor a la fiesta?

Ser mexicano y amar la fiesta es una mezcla casi biológica. Es un tema ancestral. ¿Alguna vez te has preguntado por que nos gusta tanto la fiesta, cantar, bailar y beber? Tiene que ver totalmente con nuestro cerebro.

Existe algo llamado el “modelo motivacional del consumo de alcohol” que argumenta que bebemos porque esperamos un cambio en cómo nos sentimos después de hacerlo. La fiesta aumenta los pensamientos y sentimientos positivos, así como retrasa los negativos en el cerebro. El efecto de escuchar la palabra “¡shot!” hace reaccionar nuestros sentidos y, según los expertos, cuando sabemos que estamos a punto de recibir alcohol nuestro organismo recibe la señal de tomar un descanso.

Según psicólogos, hay cuatro categorías por las que bebemos:

  • Mejoramiento (sentir emoción)
  • Afrontamiento (aceptar y olvidar las preocupaciones)
  • Socialmente (celebrar)
  • Aprobación (encajar con el ambiente). 

Nuestros queridos seleccionados parranderos

Recientemente, y una vez más, los seleccionados mexicanos de futbol fueron captados divirtiéndose en un antro de Nueva York. Lo más doloroso para los aficionados fue que las imágenes y videos fueron filtrados luego de la derrota humillante ante la Selección de Argentina, en un marcador insultante de 4-0. La cuenta de Twitter @botinerasdelmu1 publicó una serie de fotos y videos en donde se aprecia a jugadores como Guillermo Ochoa, Miguel Layún, Marco Fabián, Héctor Moreno y Javier Hernández en un club nocturno acompañados de un grupo de mujeres.

Esto ha levantado una vez más la polémica y la crítica atroz contra los futbolistas mexicanos, quienes durante la última década han estado en el ojo del huracán debido a sus excesos en cuanto a fiestas.

Si hacemos una recopilación de eventos controvertidos tendríamos que remontarnos al 2010, cuando 13 seleccionados hicieron una fiesta con mujeres en el hotel de la concentración del Tri. Aquella vez Yamilé, una de las asistentes, dio a conocer en una revista de espectáculos lo sucedido, por lo que todos los jugadores inmiscuidos fueron multados por la Federación Mexicana de Futbol. Los que pagaron más caro fueron Carlos Vela y Efraín Juárez, quienes fueron suspendidos seis meses.

En 2011 Luis Fernando Tena tenía la responsabilidad de llevar un conjunto alternativo a la Copa América de Argentina. Antes de llegar al país pampero tuvieron un incidente muy lamentable en Ecuador. Los seleccionados denunciaron haber sido víctimas del robo de sus pertenencias acusando a los trabajadores del hotel del hurto. Sin embargo, las cámaras delataron la verdadera situación: un grupo de mujeres habían entrado a las habitaciones donde se desarrollaba una “gran fiesta” hasta la madrugada. En esa ocasión fueron castigados con seis meses de inactividad los entonces muy jóvenes Marco Fabián, Jonathan dos Santos, Jorge Hernández, Néstor Calderón, Israel Jiménez, Néstor Vidrio, David Cabrera y Javier Cortés.

Pasaron un par de años sin tantos rumores, hasta 2013, cuando el gerente del Termas Centaurus (Río de Janeiro, Brasil) aseguraba que los jugadores de México habían ido a tomar unos masajes eróticos a dicho lugar, previo a la Copa Confederaciones. En esa ocasión nadie fue amonestado debido a que no se encontraron pruebas del suceso, por lo que quedó en un simple chisme.

Sin embargo, a unos días de comenzar la Copa del Mundo de Rusia 2018, un grupo de jugadores organizaron una “despedida”. Argumentando que se iban al Mundial y que era cumpleaños de Javier “Chicharito” Hernández, los futbolistas se reunieron en una casa acompañados por una gran cantidad de mujeres que celebraron con ellos.

Esto ocasionó que Héctor Herrera abandonara la concentración del equipo para ir a reunirse con su esposa a Europa y explicarle lo sucedido.

¡Que viva la polémica! ¡Viva!

A decir verdad, la idiosincrasia de los mexicanos es una mezcla de valores muy diversa, en otras palabras, tenemos una doble moral muy marcada. Somos una sociedad que no le basta con la crítica, sino que suele ser ofensiva cuando se trata de temas que no nos atañen y nos ofendemos fácilmente ante una falta moral de otros.

Incluso podemos condenar a los futbolistas poniéndoles distintos motes, esto desde la comodidad del bar o la cantina.

También es que podemos sentirnos “mejores” o “superiores” por el hecho de tener un estilo de vida distinto, al no beber o evitar las desveladas. Un caso similar sucedió en días pasados con la talentosa actriz Bárbara de Regil, quien en uno de sus -muy motivantes- videos de Instagram llamó a sus seguidores a evitar tomar 25 vodkas y “tragar” tacos fritos en las fiestas patrias. Y aunque en otros videos de cierta manera se disculpa, miles de personas reaccionaron ante los comentarios abriendo el debate de si es o no permitido que una persona con un estilo de vida fitness pueda reprobar o censurar a otros que no tienen los mismos hábitos, ya sea por falta de disciplina, medios o problemas de alimentación.

Finalmente, a los mexicanos nos gusta la polémica, el debate y la crítica. Los futbolistas siempre serán un escaparate para poder convivir entre amigos y familiares -para tener un tema de conversación- pues a los que nos gusta la fiesta, nos gustaría también celebrar un día con ellos. ¿O no?

¡Felices fiestas patrias!

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