Desde el vestidor

Otra solución contra el grito homofóbico que podría estar en la Suprema Corte

Se viene un nuevo reto para las autoridades de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) en su lucha contra el grito homofóbico de cuatro letras, esta manifestación discriminatoria que se ha convertido en uno de los rivales más difíciles de vencer para la Selección Nacional en los últimos años.

Existe la confianza para que los cerca de 65 mil aficionados que acudirán a las tribunas del Estadio Azteca para el duelo ante Canadá dentro del Octagonal Mundialista de Concacaf tengan un comportamiento ejemplar y respeten los protocolos sanitarios, así como el que se instaurará para evitar ese alarido que es un dolor de cabeza para el balompié nacional.

Por campañas de inclusión y concientización en la FMF y Liga MX no se han detenido, los mecanismos puestos en marcha para erradicarlo están en funciones, pero lastimosamente no se le ha podido ganar más terreno a este grito que ya generó más de 16 multas, así como un partido de veto impuesto por la FIFA.

Suprema Corte de Justicia y el grito homofóbico

Existe un terreno que quizá hasta ahora no se ha explorado por parte de las autoridades del balompié nacional y este podría estar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde hace ocho años se vetaron algunos insultos homofóbicos al considerar que las palabras “maricón” y “puñal” son ofensivas y discriminatorias.

Este fallo de la SCJN se dio tras los insultos que se propinaron en 2010 dos periodistas en Puebla, cuando Enrique Núñez Quiroz, del diario Intolerancia, insultó en una de sus columnas al dueño del informativo Síntesis, Armando Prida, quien demandó a Núñez y este fue sentenciado por un tribunal a indemnizarlo.

Otro tribunal exculpó a Núñez al considerar en su momento que los términos utilizados podían ser “molestos”, pero no dañaban el honor del acusador, pero finalmente en la Suprema Corte se consideró con tres votos a favor y dos en contra que las palabras utilizadas eran innecesarias para dirimir una disputa periodística.

Esta sentencia que es pionera en la jurisprudencia de México restringe la legitimidad de estas expresiones del lenguaje público que aflora con naturalidad en lugares tan populares como los partidos de futbol y que sería importante legislarla de manera más detallada.

En 2013, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación analizó la influencia del lenguaje en la percepción que las personas tienen de la realidad, pudiendo provocar prejuicios que se arraigan en la sociedad mediante expresiones que predisponen la marginación de ciertos individuos o grupos.

Lastimosamente en aquella ocasión la palabra “pu…” no fue incluida, pero quizá con los acontecimientos vividos en tiempos recientes sería trascendental que otras instancias más allá del futbol se sumaran para crear una mayor concientización en pro de la inclusión en todos los sectores de la sociedad mexicana.

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