Columna de Oscar Guzmán

¿Quién es quién?

Bruce Arena aseguró que si hay una cabeza de serie de la CONCACAF en el Mundial de Alemania tiene que ser Estados Unidos y no México, debido al notorio avance del equipo de las barras y las estrellas en los últimos 15 años. Sin duda el equipo norteamericano ha sido una revelación a nivel de selecciones y a nivel individual, prueba de ello han sido las dos últimas eliminatorias mundialistas (en esta calificó primero que el Tricolor a Alemania venciéndolo en Columbus). El antecedente mundialista de Corea y Japón continúa provocando dolor de estómago, aunque debemos destacar que no todo es la Selección Nacional.

México, ha demostrado que no sólo es potencia en la CONCACAF sino en la CONMEBOL también. Todo empezó en 1978 cuando las Águilas del América se levantaron con la Copa Interamericana, con las brillantes actuaciones de Hugo Enrique Kiese y Carlos Reinoso (al que se le recuerda un gol de antología en aquella final frente al Boca Juniors del "Loco" Hugo Gatti). Los Pumas hicieron lo propio en 1981 cuando se coronaron ante El Nacional de Montevideo (con gol determinante de Gustavo Várgas, hoy auxiliar técnico de Miguel España). Las Águilas repetieron el título en 1991 ante el Olimpia de Paraguay, con anotación del "Bíblico” Toninho, en aquella escena de boxeo protagonizada por el "Tanque" Don Carlos Milóc. Justo en esos años, los directivos pujaban para que la Confederación Sudamericana invitara a las representaciones aztecas a los demás torneos de interés.

El sueño a nivel de selecciones se cumplió en 1993 y México participó en su primera Copa América. Ese equipo que sorprendió a todos (incluyendo a los mexicanos) y que hacía soñar con un primermundismo futbolero (también en lo económico ya que eran los tiempos de la ficticia bonanza Salinista) al colarse a la final ante la Argentina del "Coco" Alfio Basile, Batistuta y compañía. El Tricolor ha logrado 2 subcampeonatos y 2 terceros lugares en 6 actuaciones continentales (la peor por cierto la del año pasado en Perú).

A nivel de clubes, fue en el ´98 cuando se pudo conseguir el anhelo de la Copa Libertadores: El América y el Guadalajara iniciaron por invitación y en 8 participaciones, el Cruz Azul ya fue subcampeón, las Águilas 2 veces semifinalistas, además de las Chivas en la edición anterior y varios buenos sabores de boca con el atractivo juego mostrado por el Atlas, Monarcas y Santos. En el experimento de la Merconorte, el Guadalajara estuvo a punto de acceder a la final del 2000, pero los colombianos del Atlético Nacional lo impidieron.

Hoy los Pumas vuelven a sacar la cara con senda goleada sobre el actual campeón argentino y demostrando que nuestro balompié no conoce de malas rachas eternas: órden, trabajo y motivación son la clave para recuperarse alcanzando el más alto nivel. Ya es común y corriente que los equipos aztecas lleguen hasta las últimas instancias de las competencias sudamericanas. Ya no es noticia que el medio futbolistico en el cono sur, le "eche flores" al balompié azteca.

México, es una estupenda opción futbolística con mejor derrama económica. Hoy, Estados Unidos debe entender que a nivel cancha, nuestro balompié pelea por la tercera plaza futbolera del continente entero y que a nivel comercial y de difusión, es el que mantiene viva la industria futbolera en el vecino país del norte. Sin el flujo económico provocado por la numerosa afición mexicana, difícilmente el futbol tendría la relevancia que hoy tiene en la Unión Americana, -aunque deportivamente México debe encontrar una rápida revancha ante el cuadro de Bruce Arena-.

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