'Billy' Álvarez, el lastre de Cruz Azul

No sé si exista peor directivo en el fútbol mexicano que el Presidente de Cruz Azul, Guillermo Álvarez Cuevas, al menos en los últimos 27 años, pero lo dudo.

Nadie puede tener una gestión tan desastrosa como la de don "Billy" Álvarez, que en poco más de dos décadas y media al frente de la Máquina apenas ha obtenido un título de Liga. Echándole la mano podemos sumarle dos de Copa y dos de CONCACAF, nada para presumir.

Con la llegada de Guillermo Álvarez Cuevas a la Presidencia, se desmoronó la grandeza deportiva de la institución cementera. Su padre, Guillermo Álvarez Macías, construyó una Máquina ganadora, y "Billy" la destruyó.

Desde 1988, año en que asumió formalmente el mando de la Directiva celeste, Álvarez Cuevas ha entregado resultados muy alejados de lo que merece la institución cementera, mismos que tienen a su afición sumida en burlas eternas por parte de los seguidores de los clubes considerados grandes del balompié nacional.

¿Cómo se les puede exigir a los futbolistas o a los entrenadores que han estado en Cruz Azul todos estos años, si desde la cabeza existe una línea gris de mando? Ya son 17 años y medio sin levantar un título de Liga… ¡y lo que falta!

"Billy" está rebasado, vive en otra época, cree que puede manejar un equipo de fútbol profesional sin involucrarse al 100 por ciento. Por eso ahora suma dos campañas seguidas sin Liguilla. Sería muy fácil que encargara la administración deportiva en gente comprometida y conocedora, como lo ha hecho su principal antagonista: el América.

Recientemente ha designado a Alberto Quintano y luego a Agustín Manso en el cargo de Director Deportivo, pero sin margen de maniobra. Las contrataciones de jugadores y técnicos siguen a cargo del promotor Carlos Hurtado, eterno brazo derecho (no oficial) de "Billy". Ese personaje ya está en busca del nuevo entrenador, tiene la mira puesta en Rubén Omar Romano y José Saturnino Cardozo.

Ni Quintano primero ni ahora Manso tuvieron injerencia en la confección de planteles, nada más fueron designados para dar la cara ante los medios de comunicación. Bueno, en el pasado Mundial de Clubes ni siquiera fue a Marruecos para estar cerca del equipo. Muestra de un desinterés inexplicable.

El público cruzazulino ha demostrado ser noble y fiel ante tantas decepciones, torneo tras torneo sigue ahí esperanzado en que llegue por fin el campeonato anhelado, y cada semestre se traga las burlas de sus opositores. Y mientras, "Billy" sigue haciendo de las suyas. Un lastre, definitivamente.