‘Quería ser luchador y era casi imposible”; Microman nació de la mano de Último Guerrero
El Hijo de KeMonito (Alushe) cuenta para Sin Máscaras que cuando parecía que tendría que conformarse con ser mascota, se reavivó a la categoría mini o micro.
Cuando su padre, el gran Alushe, hoy KeMonito, preparaba la valija para irse de gira, o le daba la buena nueva de que lo acompañaría a uno de sus compromisos, al chaval se le iluminaba la mirada, y de paso, se le reactivaban aquellas señales de seguir los pasos de su máximo ídolo.
Microman, quien se presume como el luchador más pequeño del globo, indagando en algunos años atrás, recuerda en entrevista con Sin Máscaras que, aun cuando su mira estaba fija en ser parte de todo este mundo tan grandioso, parecía que el destino lo limitaría a ser acompañante de estetas, lejos de esa estampa que él se imaginó intentando todas las suertes del pancracio, aunque al final pasó, y hoy se asume como uno de los máximos representantes de este deporte en suelo azteca.
“Digamos que a eso me llevó el destino, el destino acomodó todo, yo siempre tuve en mente que quería luchar, quería ser luchador, pero para mí era imposible, porque no había esa categoría, ya estaba casi perdida en el terreno independiente y en otras empresas; entonces esa fue idea de Último Guerrero y vio cualidades en mí, y le surge la idea de renacer esta división de los micro.“Yo estaba entrenando únicamente para ocupar el lugar de mi papá, no tenía pensado en que esto fuera a cambiar así, pero Guerrero nos entrenó como a cualquier luchador de tamaño estándar y la prueba está en cada lucha en que la gente nos ve”.
Su ídolo por siempre
Micro, quien ahora es parte del circuito independiente, pues luego de que fue uno de los gladiadores hechos por el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), decidió dar el salto a la libertad, asevera sobre la tradición que le dejó su viejo, como un pionero de los costalazos.
“Desde que yo tengo memoria nunca ocultó que era Alushe, desde que yo recuerdo, íbamos con él a las Arenas, o a veces preparaba su maleta cuando salía de viaje, entonces desde que yo tengo memoria, siempre supe que se dedicaba a la lucha libre, era algo fenomenal el saber que tu papá estaba en el deporte que te gustaba, era espectacular ver a todas las Arenas a las que iba, fue y sigue siendo uno de los ballet más reconocidos, el primer ballet o mascota que se volvió muy famoso en esos tiempos.“Alushe en Las aventuras de Capulina, siempre junto a Tinieblas, después hace este cambio a KeMonito y no se quedó atrás, porque igual despuntó alternando con grandes estrellas”.
Soñaba con ser parte
A diferencia de los demás integrantes de la familia, hablando de sus hermanos, al pequeño estrella siempre le llamó la atención la parafernalia en torno a una disciplina tan socorrida en el país, y entonces se dio paso a construirse como uno de los héroes de carne y hueso que son parte de la misma.
“A mí sí me gustó, tengo más hermanos a los que no, por más que iban, y entonces fui al único al que sí le agradó, me enamoré de esto y decido dedicarme y ponerme a entrenar en la Arena México con el profesor Último Guerrero y con el profesor Virus, unos grandes maestros que me hicieron batallarle, pero para bien.
“Me hicieron sacar la casta y ver que podía lograr muchas cosas Y desde ahí pues empieza Microman, un 30 de abril de 2017 en La Catedral”.
Estilo a la medida
Ya en la preparación, con monstruos de la hechura, como Guerrero o el Pequeño Gran Maestro, le tocó sufrirla y padecerla, aunque siempre con el espaldarazo de un par que le ayudó a adaptar su talla, y entonces ahora es uno de los más espectaculares de este nicho.
“Fue bastante difícil, estaba en el grupo de los luchadores de tamaño normal, me tocaba hacer los ejercicios con ellos, obviamente hay cosas que no se pueden hacer igual, pero a mí me hicieron sacar la casta ellos, de buscar la manera de hacer lo mismo, adaptado a mi manera, sí fue un batallar, pero el resultado ahí está, muy agradecido con mis profesores.“La verdad siempre estuve enfocado, sí llegué a pensar en tirar la toalla en algún momento, pero no fue por los entrenamientos antes de debutar, fue después cuando teníamos los grandes eventos, en un Aniversario, en un Homenaje a Dos Leyendas, en eventos así, porque teníamos que estar en entrenamiento superduros y fue ahí cuando pensé en dedicarme a otra cosa, pero al ver que estaba logrando muchas cosas, esa era mi paga”.
Con otra mentalidad
A pesar de su condición de baja estatura, asegura que siempre aprendió a vivir y convivir con ella, y entonces no le resultó en un problema que lo hiciera sentirse menos que los demás, porque además ha llegado a grandes alturas.
“Nunca la he batallado con eso del bullying, no porque no me lo hagan, sino que desde que nací a mí me enseñaron otra mentalidad, que un insulto, una mirada o un señalamiento, pues no me afecten, es una cosa que vivimos, no solamente nosotros, sino cualquier persona que tenga alguna discapacidad, hasta la gente normal todo el tiempo batalla con eso; en mis entrenamientos todos estaban al pendiente de ayudarme, nadie jamás me molestó”, ataja.
¿Qué es Sin Máscaras?
Sin Máscaras es un programa dedicado a la lucha libre, un deporte icónico de la gran nación mexicana. La tradición del pancracio es contada por los protagonistas, con entrevistas en las que puedes conocer más de tu luchador favorito. Esta emisión la puedes seguir en las plataformas digitales de Multimedios; una pieza en la que participan en sinergia Milenio La Afición y mediotiempo, la propiedad deportiva digital número uno de México.