Columna de Alberto Guadarrama

Serie Mundial: Experiencia mata talento

Los Yankees de Nueva York alzaron el trofeo de las Grandes Ligas por 27ma ocasión en su historia. Ahora sus víctimas fueron los Filis de Filadelfia.   Los Bombarderos del Bronx le hicieron honor a su mote. Con grandes cañonazos de una parte de su ofensiva resolvieron la Serie Mundial a su favor. Con todo y que la parte baja de su orden al bat adoleció de ritmo para conectar la pelota, fue suficiente con los grandes nombres que constituyen el corazón ofensivo de la escuadra neoyorquina.   En postemporada lo que más importa no es batear para un gran porcentaje sino llevar el ritmo del juego para conectar en el momento exacto. Derek Jeter, Johnny Damon, A-Rod, Hideki Matsui y Jorge Posada fueron las guías ofensivas que comandaron a los Yankees. En juegos cruciales no hay mucho espacio para novatos o inclusive para peloteros que no han jugado en postemporada. Lo entendió Joe Girardi y lo aplicó en consecuencia.   ¿Cómo aplicó Girardi esta máxima del béisbol? Jugándosela con tres abridores. Sabathia, Burnett y Pettitte fueron un tridente excepcional por su calidad y experiencia en el montículo. Una mala salida de alguno se complementó con una apertura de calidad del otro. Girardi no confió en los brazos de Chad Gaudin y Joba Chamberlain para abrir un juego de Serie Mundial, vaya, ni siquiera en el resto de la postemporada. Esta decisión le valió severas críticas al joven manejador. Al final funcionó su fórmula. Todavía hay brazos de hierro en el béisbol actual.   Además en su bullpen hizo ajustes. Relegó a un segundo plano a novatos como Phil Hughes, David Robertson, Phil Coke y hasta Alfredo Aceves. A ellos los envió al montículo en situaciones de baja presión. La adrenalina la controló con sangre helada el panameño Mariano Rivera. Otra pieza que despuntó en los Playoffs, siendo un factor para dominar a los peligrosos zurdos de la ofensiva de Filadelfia fue el dominicano Dámaso Marte. Cumplieron a cabalidad.   Con plenitud de méritos en esta Serie, Hideki Matsui fue nombrado Jugador Más Valioso. El japonés estuvo incontenible para el diestro Pedro Martínez y fue el factor desestabilizador que afectó la psique de Martínez.   Llegó  el año 2000. El mundo no se acabó. Las Torres Gemelas fenecieron un 11/09 del 2001. El paranoico George Bush Jr. inició guerras absurdas en el Medio Oriente, México eligió a Fox y después a Calderón. El Internet se volvió un medio de comunicación entre culturas. El mundo se ha puesto de cabeza y las aguas vuelven a su normalidad. Y ahí siguen: Derek Jeter como líder del grupo, Mariano Rivera salvando juegos en cualquier circunstancia, Andy Pettitte ganando en Playoffs y Jorge Posada bateando en el momento oportuno.   Es un equipo eterno. Son los Yankees de Nueva York.   Hasta el próximo Otoño. 
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