Se han abordado en diferentes ocasiones temas relacionados con los derechos humanos, los derechos de la mujer y la equidad de género en el sector deportivo en diferentes países del mundo. Hay una muy notable variedad de la madurez de la regulación entre los países desarrollados y los países en desarrollo; sin embargo, pocos hablan del derecho a jugar.
Cualquier ser humano, independientemente a su edad y estado físico, tiene el derecho a conseguir la expresión física por medio del juego, y tiene derecho al deporte y al tiempo libre… ¡y aquí ya empezamos a pisar una tierra llena de lodos!
Me pregunto: ¿cómo está el tema del derecho a jugar para las niñas, niños y adolescentes en México; y cuál organismo los protege y les garantiza la accesibilidad humana y justa al deporte que les gusta, bajo la bandera de los derechos humanos?
A nivel global, la convención Internacional para los Derechos de la Infancia (1990) habla del derecho de todo niño a la educación, el tiempo libre, el juego y las actividades culturales. También diferentes otras organizaciones internacionales han declarado el deporte y la educación física como derecho fundamental para cualquier persona, y así destacan su importancia para el desarrollo humano.
El Gobierno mexicano, en su sitio web oficial. dice: “En México viven 13.2 millones de niñas y niños de 0 a 5 años y se estima que más de 12 millones nacerán entre 2019 y 2024 (Proyecciones CONAPO, 2019). Generar las mejores condiciones para garantizar sus derechos humanos requiere que el país sea un lugar adecuado para las niñas y niños desde el inicio de su vida y de su núcleo familiar. Por lo que, asegurar su derecho al juego es de vital importancia”. (cita textual)
En este mismo contexto, y acercándose a los temas de los menores de edad, se empiezan las cosas a complicar, debido a enfrentar lo que le llaman “sextorsión”, tomando en cuenta que los niños, cuando desarrollan sus actividades deportivas están en situaciones y posiciones vulnerables, y pueden ser víctimas de algún tipo de abuso de poder de parte de sus entrenadores y coaches de forma física o emocional, y no vayamos tan lejos en el tiempo, apenas en enero de este año, publicó “El País” la noticia de la detención de Bruno Martini, el presidente de la Liga francesa de balonmano, por corrupción de menores y grabación de pornografía infantil.
En otra ocasión podemos tocar el tema de los derechos humanos y las libertades en el sector publicitario del deporte, pero mientras tanto cuando pienso en los diferentes países del mundo, los que están en guerras, desastres naturales, pobreza o cualquier tipo de situación que los dejan bajo la línea básica de los derechos humanos; cuestiono: ¿quién se encarga de proteger a los niños; y quién les garantiza una vida plena, incluyendo un desarrollo deportivo sano?
Los seres humanos, todos, tienen derecho a jugar, y a protegerse de cualquier tipo de discriminación mientras jueguen. Es triste decirlo, pero la gran mayoría de los políticos están construyendo sus planes a corto plazo y las organizaciones deportivas consideran el negocio y los ingresos financieros como referencia, al momento de la toma de decisiones; si es así, entonces ¿quién se encarga del futuro?
“El que tiene oídos para oír, oiga”.
Aboud Onji. Comunicólogo e Ingeniero. Maestro en Dirección de Comunicación, Maestro en Sustentabilidad Energética, Miembro de la Asociación Española de Directivos de Comunicación DIRCOM. Experto en política internacional y de Medio Oriente.
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