Desde la yarda 1

¿Basta con la experiencia?

Comienza la ronda divisional y con ello nos llega la oportunidad de hacer una pregunta, que ya hasta a lugar común suena ¿Basta con la experiencia para ganar un juego de playoffs y llegar al Super Bowl? Esto lo pregunto porque al ver a los quarterbacks que saldrán al campo el próximo sábado y domingo, solo dos de ellos saben lo que es jugar y ganar en un juego de campeonato.

Aaron Rodgers y Russell Wilson son los únicos dos pasadores restantes en los playoffs que han probado el dulce sabor de un campeonato en la NFL; a su vez, estos dos jugadores se verán las caras en la “Tundra Congelada” del Lambeau Field para definir si Packers o Seahawks estarán en la final de la Conferencia Nacional.

Esta reflexión la hago pues me surgió la duda de saber en quién de los quarterbacks restantes depositaría mi confianza para llevar a mi equipo a la gloria. Sin duda y sobra decirlo, Rodgers y Wilson están automáticamente calificados para hacerlo -su trayectoria así lo señala- el otro que incluiría en esta categoría es al “futuro Salón de la Fama” Patrick Mahomes, quien a pesar de su corto tiempo como profesional, se ha encargado de silenciar a todos sus críticos, incluido a un servidor.

Fuera de esos tres, los 5 quarterbacks restantes habría que analizarlos caso por caso para realmente considerar si serían el ideal para, en dado caso, con el juego en la línea, hacer lo necesario para que su equipo consiga la victoria.

Deshaun Watson demostró durante toda su carrera colegial que lo suyo son los momentos importantes, de ahí el éxito que tuvo en Clemson. En la NFL, cuando ha estado sano, nos ha probado que los actos de escapismo y las jugadas espectaculares en situaciones de apremio, son lo suyo, para muestra lo sucedido ante Buffalo la semana anterior. Dadas estas características, si el juego se decidiera en la última serie ofensiva, yo sí confiaría en Watson para ser el salvador del equipo… desafortunadamente para él, encuentra a su peor enemigo en casa debido a las pésimas decisiones que su entrenador, Bil O’Brien, toma en dichos momentos.

Siempre he sido un admirador de Kirk Cousins, desde su carrera universitaria. Es un quarterback que se dedicó a demostrar su liderazgo cuando su equipo lo necesitaba, el problema, como siempre, surgió cuando los reflectores se postraban sobre él y debía confirmarlo en un escenario importante. A pesar de ello, Minnesota hizo historia dándole un contrato garantizado -el único en la liga- para que les ayudara a dar el salto de calidad. Tardó un año, pero el “Capitán Kirk” mostró tener los blasones para llevar a los Vikingos a postemporada, la gran duda que surgió fue ¿Podrá ganar un juego de playoffs? La respuesta fue afirmativa, además de hacerlo tomando riesgos ante un muy buen equipo como lo es Nueva Orleans ¿Tengo confianza en Cousins? Un presentimiento me dice que sí, pero la mente y la historia me dicen que no.

Jimmy Garoppolo tuvo 4 años para aprender del mejor, incluso, era el elegido por Bill Belichick para heredar el trono de los Patriots. Una decisión del dueño obligó a que Garoppolo buscara una nueva casa al otro lado del país y, por ende, un contrato multimillonario. Las expectativas las ha cumplido, pero aún me deja un sabor de boca un poco insípido porque su juego ha sido eficiente pero no espectacular. Aún me falta verlo ejecutar una ofensiva en un momento de presión como el que vivirá este fin de semana ante los Vikingos.

Lamar Jackson, no hay duda, será el jugador más valioso de esta temporada. Tras un año de novato donde lo tachaban más de corredor que de pasador, Action Jackson decidió callar a todos con una espectacular temporada donde no solo confirmó su estatus como un atleta excepcional, sino que, también lo hizo con un buen dominio y mejora sobre su juego aéreo. Al ritmo de casi 200 yardas terrestres por juego, la temporada Jackson comandó la mejor ofensiva de la NFL, sin embargo, su prueba de fuego se presenta en un equipo que tiene la fórmula para hacerle daño a una ofensiva explosiva, pues los Titanes no tienen reparo absoluto en controlarle el reloj a quien se les ponga enfrente y ahí es cuando veremos a Lamar Jackson mostrando si tiene la capacidad para comandar ofensivas con tiempo reducido y ante un defensiva descansada.

Por último, está Ryan Tannehill. El invitado más improbable a esta fiesta, pero también, el quarterback que pasará a la historia por haber derrotado a los Patriotas… a pesar de solo haber lanzado para 72 yardas. Evidentemente, es el jugador que más tiene por probar de los 8, pero también el que menos tiene por perder. Respondiendo a la pregunta del inicio, definitivamente no confío en Tannehill, la historia y mi afición a los Dolphins así me lo confirman, pero no me sorprendería de verlo en la final de conferencia, pues la fórmula con la que encara su equipo la postemporada es la correcta: juego terrestre + defensiva.

  • Douglas Sloane
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