Apple, adidas y el deseo de una vida cada vez más relajada en lo competitivo, lejos del desencanto parisino, hicieron posible lo que de alguna manera todos esperábamos ocurriera, tarde o temprano: Lío Messi jugará en la Major League Soccer.
De entrada habría que admitir que, como un lugar ideal de retiro, y solo en esos términos, no hay discusión: la MLS está a años luz de distancia de la Liga MX. Por ser del país que es y por contar con las plazas con las que cuenta, ¿o quién no quisiera una jubilación ahí, además, millonaria y sin perder glamour?
Gran jubilación en Inter de Miami para Messi. Y sin entrar en detalles: Estados Unidos, sus destinos deportivos, ofrecen (en términos generales), entornos seguros, controlados, planificados, familiares, que permiten materializar estas sinérgicas entre marcas y figuras.
Así han llegado a la MLS Robbie Kane en 2011 a Los Angeles, Alessandro Nesta en 2012 al Montreal, David Villa en 2015, Wayne Rooney en 2018, Frank Lampard en 2015, bueno nada menos que Kaká en 2014 a Orlando, al que considero uno de los jugadores más completos de la historia, Steven Gerrard en 2014 a Los Angeles y otros grandes, como Andrea Pirlo (New York), Thierry Henry (2010).
Sumemos a los mexicanos que antes que volver a la Liga MX, optaron por la MLS, Rafael Márquez, Carlos Vela (LAFC) o Chicharito Hernández (Galaxy) o los que antes de ser MLS, incluso, emigraron allá, como Hugo Sánchez. Como sea, la MLS es sumamente atractiva, lo tiene ganado, ha trabajado para ello. Lo tiene todo y en años recientes hasta una afición cada vez más involucrada.
En una década la MLS ha sido receptora de más estrellas de clase mundial, que la Liga MX en 30, 40, 50, sus 80 años de vida.
Suena terrible, pero luce ser un terreno en el que la Liga Mx no tiene ni tendrá capacidad de respuesta, ¡o cualquiera de los cracks escritos arriba, por la razón que fuera, de haber podido habría elegido a la Liga MX antes que la MLS?
Eso no habría ocurrido ni en los sueños más salvajes del más irracional de los fanáticos del futbol local.
En ese sentido, la MLS es el Gigante de la Concacaf