Columna de Nicolás Romay

La liga sin reglas

Los dueños del futbol mexicano son muy inteligentes. Demasiado. Tanto así, que cuando pensamos que hay un reglamento mal hecho, es porque hay un reglamento hecho a su medida.

El articulo 23 de la Liga MX habla del ascenso y descenso. Explica que si un equipo obtiene el ascenso a la primera división y no está certificado se abre la posibilidad de que la institución que descendió pague 120 MDP y pueda permanecer. Si el equipo está certificado obtiene el ascenso y el que descendió, desciende.

Sin embargo, hay una leyenda al terminar ese articulo que dice: “La interpretación y aplicación estará a cargo del presidente de la Liga MX”. Curándose en salud de cualquier tipo de problema que se tenga que resolver entre los dueños y ordenando al presidente de la Liga MX.

Ahora entendemos porque el Veracruz sigue siendo de primera división. Después de la asamblea, los dueños y el presidente de la Liga MX interpretaron y aplicaron que Veracruz también podría pagar 120 MDP y que pasaríamos de 18 a 19 equipos. Sin darle explicaciones a nadie y basándose en esa ultima clausula del reglamento, misma que deja todo tan gris.

Es un negocio privado y pueden hacer lo que les de la gana. Poner los reglamentos como quieran y con los trucos que les plazca . Pero ese tipo de decisiones son el gran indicativo de que las cosas no se hacen bien, de que no tenemos reglas claras y de que siempre habrá alguna manera de manipular en el escritorio lo que no se consiga en la cancha.

El gran problema del futbol mexicano es ese. No somos capaces de aceptar las reglas de cualquier competencia y así aprender a ser mejores. Siempre queremos ser mas inteligentes que al resto. No aprendemos a competir por todas las de la ley. Seguramente el día que aprendamos a ganar y perder, ese día estaremos más cerca, como futbol, de trascender. Vámonos, que la pasen bien.


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