Columna de Raquel Pérez de León

Embarazo y running, todo lo que necesitas saber

A mis 28 semanas de embarazo, el running sigue siendo parte de mi día a día. Si eres corredora y estás embarazada, hoy te quiero dar algunos consejos.

El ejercicio durante esta etapa tiene muchos beneficios. Nos ayuda a vernos y a sentirnos mejor, alivia los dolores de espalda, reduce el estrés y nos permite dormir bien. Además, prepara a nuestro cuerpo para el parto y evita el aumento excesivo de peso.

Estos son los aspectos que debes tomar en cuenta:

  • Si nunca has corrido, el embarazo NO es momento para empezar a hacerlo. Sería mejor una actividad más ligera, como la caminata, elíptica o natación. Si ya eres una mujer experta en el running, podrás continuar haciendo esta actividad y aún así es importante que consultes antes con tu médico si es seguro para ti.
  • Cuida tu frecuencia cardiaca. No se trata de exigirte de más ni romper récords. Te recomiendo monitorear tu frecuencia cardiaca: nunca debes rebasar el 70% de la máxima. Si ves que esta se empieza a disparar, necesitarás trotar o caminar un rato para poder evitarlo.
  • Que nunca te falte energía. Recuerda que el hambre es señal de que ya traes bajos los niveles de glucosa en sangre, por lo que empezar a hacer ejercicio con hambre no es opción. Si corres por las mañanas, te recomiendo comer antes una porción de fruta con un puño de almendras ó una rebanada de pan tostado con mermelada o crema de cacahuate. De igual manera, no olvides hidratarte antes, durante y después del ejercicio.
  • Ante cualquier anormalidad, es mejor parar. Si llegas a sentir dolor, incomodidad, o algo que no sea normal, es mejor parar y comunicarte con tu médico, no lo dejes pasar.
  • Lo más importante es que lo disfrutes. El ejercicio no es manda, y menos en el embarazo. Claro que debemos mantenernos activas, pero si un día te sientes muy cansada, lo mejor es que te tomes ese día para relajarte. Conforme avancen las semanas, el aumento de peso será más notorio y te costará más trabajo correr. No trates de seguir el mismo ritmo, bájale a la velocidad o, si te sientes más cómoda caminando, aún mejor.

Ahora ya lo sabes, el ejercicio es importante, pero siempre y cuando lo disfrutes, estés en un buen estado de salud y sigas las recomendaciones de tu médico.


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