El Ascensor

El atlantismo más vivo que nunca

No son cinco, ni diez aficionados azulgranas, como siempre les dicen… hay que contarlos bien, el atlantismo sigue viviendo.

Ya son cinco años de que un equipo histórico como es Atlante dejó la máxima categoría para tener que batallar con altibajos en una división que año con año se vuelve más difícil como el Ascenso MX; ya con el sabor amargo de haber perdido dos finales en sus primeros torneos.

¿Cuántas veces hemos escuchado esa reiterada e incómoda broma para el aficionado azulgrana, de que sólo Toño de Valdés y ellos le van al Atlante?

Este sábado 7 de septiembre, la afición de los Potros de Hierro demostró que está más viva que nunca, que reclama a su equipo en su lugar de origen, que lo quiere de vuelta en los primeros planos del futbol mexicano; y añora esos días de gloria, risas y alegría que vivieron en una etapa como fue la del Estadio Azulgrana en la Colonia Noche Buena.

Una de esas tardes en dicho inmueble se volvió a recordar con el partido de Leyendas entre Atlante y Cruz Azul en lo que fuera la casa de estos dos conjuntos por muchos años; reviviendo las calles pintadas azul y grana con playeras y banderas, los puestos de comida afuera de la Plaza de Toros y del mismo estadio.

Había mucha incertidumbre por la convocatoria que pudiera tener este juego de carácter amistoso, el cual sirvió como homenaje para un exjugador azulgrana, Joel “Chícharo” González, quien militara con los Potros en varias etapas, una de ellas, la del campeonato del Apertura 2007.

Si bien no se llenó el Estadio Azul, la entrada fue aproximadamente de 8 mil 500 seguidores, casi un 80 por ciento de ellos atlantistas; cifra que si la trasladamos al actual certamen de la Liga de Plata, hubiera sido la segunda mejor en lo que va del campeonato, sólo por detrás del clásico tamaulipeco en la que se registraron 14,646 aficionados.

La afición azulgrana de la capital mexicana y algunos que hicieron el viaje de otros rincones del país, dieron una muestra que el atlantismo sigue vigente a pesar de todas las adversidades que ha pasado la institución en estos años. Alzó la voz con su tradicional “Les guste o no les guste” que quiere al equipo del pueblo de retorno en la Ciudad de México, lugar que dejó en el ya lejano 2007 para mudarse a Cancún; donde las entradas dejaron de ser productivas desde hace muchos años, siendo ese primer torneo en el caribe mexicano, el único de gloria con el título obtenido y posteriormente el de la CONCACAF.

Más allá del empate a uno, fue una fiesta para los atlantistas en los que pudieron ver diferentes generaciones de futbolistas reunidas en un partido; algunos campeones de la 92-93 como su referente Félix Fernández, Raúl “Potro” Gutiérrez, César “Chispa” Suárez. También esa dupla letal con Luis Gabriel Rey y Sebastián González “Chamagol” quien pudo festejar nuevamente con su chipote chillón del “Chapulín Colorado”.

Sin duda el último título de liga fue el que tuvo mayor representación con Federico Vilar, Javier Muñoz Mustafá, David Toledo, Gabriel Pereyra, José Daniel “Chepe” Guerrero, Daniel “Borita” Alcántar, Alan Zamora y el festejado Joel González.

Eso tiene el atlantismo, su peculiar afición que sigue siendo fiel a pesar de la distancia, de llevar un lustro en la Liga de Ascenso y de adversidades de las cuales han tenido que reponerse, como lo marca su esencia histórica en sus 103 años de vida.

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