Columna de Martín del Palacio
Conclusiones diversas
Editorial Mediotiempo
Beijig 2008 casi llegó a su fin. Salvo un milagro en maratón, México habrá conseguido tres medallas. Dos de Oro lo que, irónicamente, lo convierte en su mejor actuación en veinticuatro años, justo cuando nuestro deporte amateur parece estar en su peor momento.
Estas dos semanas de competencia han dejado muchas conclusiones para el deporte nacional e internacional. Y me gustaría compartir con ustedes las que, para mí, han sido las más importantes. Después de eso, hablaré sólo un poco del partido México-Honduras, sólo para no perderle la pista.
Algo está haciendo bien la Federación de Taekwondo. Cinco medallas en tres Juegos Olímpicos es la mejor cosecha de cualquier deporte en la historia del movimiento olímpico mexicano. Han dejado al lado las grillas y las ganas de quedarse con el dinero público. Decidieron ponerse a trabajar, y los resultados están ahí. Es el único deporte amateur en el mundo en el que podemos decir que México es una potencia absoluta.
Mientras, el atletismo tuvo su peor participación de la historia. Había quienes decían que Ana Guevara exageraba cuando hablaba del patético estado del deporte de pista y campo en México pero los resultados le han dado la razón. Cero medallas. Nunca un ridículo tan grande como el de 2008. Como dije en mi columna anterior, se tienen que ir todos ya, empezando por su patético Presidente.
Se ha hablado poco del desastre del boxeo pero debería ser momento de poner el tema sobre la mesa. Nunca habíamos tenido tan pocos peleadores calificados a los Juegos. A pesar de la actuación razonable de Víctor Santos, parece insólito que un país que en el profesionalismo es una potencia no sea capaz de tener amateurs que estén luchando por medallas.
Se ha discutido mucho sobre lo que hacer con el dinero. Que si dar más o menos presupuesto. Que si el Gobierno debe meterse más o no. Claramente hay que hacer una reflexión, encontrar a los culpables y expulsarlos de sus lugares. Empezar con las federaciones que mencioné, y también con las que no han sido capaces de calificar deportistas en años, como basquetbol y tenis.
Los oligarcas no se van a ir. Eso es un hecho, así que las federaciones que sí funcionan bien tienen que crear especialistas. Y el presupuesto tiene que irse hacia ellas. Lo que han hecho taekwondo, tiro con arco y clavados puede ser imitado. Sólo hay que saber dónde poner los recursos.
Pasando a temas mucho más positivos. ¡Qué impresionante lo de Usain Bolt! Yo sé que muchos consideran que Michael Phelps fue el rey de los Juegos, y poner a competir a estos dos atletas excepcionales es un tanto injusto, pero yo me quedo con el jamaicano como rey de los juegos. Destrozó los tres Récords Mundiales más difíciles que hay. Y lo hizo con una facilidad inusitada. Somos afortunados al poder ser testigos de algo así.
Ahora, por favor… ¡por favor! Que no salga positivo en un doping. El golpe para el deporte sería terrible y quién sabe si sería capaz de recuperar su credibilidad algún día. Tener un atleta así es un ejemplo a seguir, y el hecho de que esté limpio lo es mucho más.
No faltará quien diga que estos han sido los mejores juegos de la historia. Y en cierta medida tienen razón. Deportivamente, es difícil encontrar actuaciones como las de Phelps y Bolt. Pero en cuanto a ambiente, lo siento pero nada como el sabor latino. Barcelona 92 sigue siendo el favorito de los que he vivido y aún se me enchina la piel de recordar a los tres tenores o a Freddie Mercury post mortem. Y después siguen Atenas y Sydney. Beijing es el cuarto en la lista.
Y ahora el pequeño comentario sobre la Selección. Creo que México hizo lo mejor que pudo tomando en cuenta las circunstancias. Jugó bastante mal pero sacó tres puntos vitales que, sumados con el empate entre Jamaica y Canadá, encarrilan la Eliminatoria. Si ganamos en Kingston estamos del otro lado.
Curiosamente, de la alineación que me parecía ideal Eriksson modificó en cuatro posiciones. Si bien Oswaldo y Magallón cumplieron muy bien (nada qué hacer para ambos en el gol), Vela y Leandro dejaron qué desear. En ambos casos, por las circunstancias del partido, hubiera sido mejor tenerlos de relevo.
Momento de aprendizaje para el técnico sueco, que por fin pudo ver de primera mano a sus futbolistas. Es tiempo de dejar de depender tanto de Paco Ramírez y formarse su propio criterio. Estoy seguro que México va a mejorar en Jamaica y lo seguirá haciendo a medida que pasen los partidos. Material hay, sin duda.
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