Los golpes bajos en la FMF

En las entrañas de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) en las últimas semanas era recurrente escuchar “esté cuerpecito se esta cansando”, en referencia a los constantes embates internos y externos que recibía la figura del presidente del organismo, Yon de Luisa, quien ante los ojos de todos habría perdido fuerza política y de ejecución.

Una industria como la del futbol en México parece estar convertida en una hoguera de banalidades, intereses, golpes bajos, e incertidumbre, donde se tienen que cuidar unos de otros, porque confiar ciegamente en alguien puede resultar contraproducente.

Para nadie era un secreto que pese a ser parte de los integrantes del Comité de Selecciones, De Luisa no estaba de acuerdo en todas las decisiones que se tomaron, pero las respetó y acató, como el nombramiento de Rodrigo Ares de Parga como director ejecutivo, o la designación de Diego Cocca como entrenador del Tricolor.

De hecho, las negociaciones con el México-estadounidense Alejandro Zendejas para saber si el también futbolista del América se decidirá por la selección mexicana o estadounidense, en manos de Ares de Parga y Cocca, se supone que también se hizo de lado a Jaime Ordiales, director deportivo de representativos varoniles.

Quizá hubo otros temas más profundos, donde la lealtad pudo estar sobre la mesa, y también el ya no estar dispuesto a aceptar más imposiciones que más que sumar, le podrían restar a su figura como presidente de la FMF, y ese se supone que fue uno de los puntos que habría expuesto en su carta de despida a los dirigentes de los clubes de la Liga MX.

Para atrás las reformas

Titánica labor tendrá en los próximos meses la Liga MX y su presidente Mikel Arriola, para buscar otras alternativas para suplantar las reformas que habría presentado a inicios de febrero en beneficio del futbol mexicano, pero que no fueron bien recibidas por un sector de dueños.

Todo indica que ese anhelo de terminar con la multipropiedad, regresar el ascenso y descenso, reducción de extranjeros, quedará en un buen intento, pero no pasara nada, y todo se podría mantener igual, luego de las posturas públicas de los propietarios de Grupo Orlegi y Salinas.