Futbol
Héctor González Villalba
Fue al balón Héctor González Villalba

Sismo en el arbitraje mexicano

Ciudad de México

Fernando Hernández se equivocó al contestar lo que sintió era una agresión por parte del futbolista Lucas Romero; reaccionó así, porque el de León se aproximó de forma retadora a él.

¿Fue legítima la reacción de Fernando? Sí. ¿Fue legítima la reacción del árbitro? No. Muchas veces se ha opinado sobre la necesidad de entender que los árbitros, antes y después de todo también son seres humanos y sí, se calientan.

Sin embargo, se supone que para eso sirve el entrenamiento y la llamada automatización de su proceder, con mayor razón cuando los futbolistas son los primeros que quebrantan la ley del espacio mínimo de aproximación.

Ningún jugador debería aproximarse retadoramente a ninguna figura de autoridad en la cancha, y eso lo deben aprender si se consideran profesionales. El problema radica en que en los clubes se trabaja estrategia, táctica, los llamados movimientos mecanizados, pero no el respeto a los árbitros.

Falta capacidad para respetar la figura de autoridad y quienes deberían empezar son quienes integran las directivas: no corromper la línea de autoridad ni propiciar que se cuestione desde esa trinchera la buena fe de los árbitros.

Si el arbitraje falla existen mecanismos de corrección o sanción a través de la propia Comisión de Arbitraje, o en su caso de la Comisión Disciplinaria. Si entendemos eso, los jugadores son los primeros que deberían comprender que retar con gestos, señas o agresión directa es dañino para el espectáculo.


Sobre el autor
Héctor González Villalba

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.