No se puede negar que su regreso a las canchas ha sido fenomenal. Alexander Zverev, que llegó a ser número 2 del mundo en el verano de 2022, sufrió una fuerte lesión durante su duelo ante Rafael Nadal en Roland Garros de aquel año, la cual requirió cirugía y lo mantuvo lejos del tenis por seis meses. Tras un año del doloroso episodio, el alemán comenzó a recuperar su gran ritmo hasta el punto de volver a escalar en el ranking hasta el peldaño número 6.
Sin embargo, cuando inició su participación en el Abierto de Australia, la pregunta que no faltó en la sala de prensa durante los primeros días fue sobre su postura respecto al próximo juicio que enfrentará en mayo en Berlín por violencia doméstica, y no sólo eso, al jugador de 26 años y a varios de sus colegas hombres y mujeres también se les cuestionó sobre si consideraban correcto que Sacha haya sido votado por los tenistas para estar en el Consejo de Jugadores de la ATP a pesar de que enfrenta una acusación de esta índole.
“Los periodistas están diciendo eso, algunos están más interesados en esta historia por escribir y tener más clicks en vez de la verdad” aseguró.
Mientras que sólo la tenista Sloane Stephens decidió sí dar una postura clara al respecto, alegando que si alguien está enfrentado un juicio por violencia doméstica no debería estar en dicha posición representando al resto de jugadores.
Se trata de la segunda vez que una ex novia de Zverev lo acusa de abuso físico y psicológico. Para el primer caso de Olya Sharypova, la ATP condujo su propia investigación y no encontró suficiente evidencia para la acusación detallada que se publicó en medios. En cambio para el juicio que enfrentará, Brenda Patea, la madre de la hija de Alexander, reveló que la empujó contra una pared y la ahorcó en 2020, pero que por protección a su recién nacida en 2021 no fue con las autoridades hasta octubre del mismo año.
El tenista ha alegado su inocencia en ambos casos y aún no ha decidido si asistirá al juicio, no es requerido y se llevará a cabo en las fechas del Abierto de Francia. La razón por la que puede seguir jugando es porque el circuito no tiene una política contra la violencia doméstica, como varias de las ligas deportivas en EU, y los cuatro Grand Slams, así como la Federación Internacional de Tenis optaron por seguir el manejo de la ATP en el caso y esperar a que la corte decida su inocencia.