Fue un Super Bowl para la historia. Duelo cerrado, tiempo extra, 123.4 millones siguiendo la transmisión para un nuevo récord de rating en Estados Unidos y la consolidación de una nueva dinastía, pero nada hubiera sido posible sin un elemento en particular de los Kansas City Chiefs, Patrick Lavon Mahomes II.
El quarterback estrella de 28 años se metió en los libros de historia al conseguir su tercer anillo en cinco años e igualar a leyendas como Joe Montana, Terry Bradshaw, Troy Aikman y Tom Brady con al menos tres campeonatos. Supera al ganador de siete en victorias en playoffs y títulos de la AFC y es que Mahomes es ese jugador determinante que define si un equipo puede ganar o perder.
Su mentalidad es clave, de inmediato tras levantar el Vince Lombardi aseguró que comenzaba el trabajo por el tercer Super Bowl consecutivo, algo que ningún equipo ha logrado, pero entonces ¿Qué hace a Mahomes tan especial? Al punto en que ya son varios que lo llaman el mejor de la historia a pesar que aún tiene varios récords por romper con apenas siete temporadas en la NFL.
Tiene su tercer MVP más que merecido, no solo por implementar las jugadas clave que llevaron a los Chiefs a ganar en el tiempo extra, pero es también un reconocimiento por todo lo que hizo en la temporada regular, cuando pocos hubieran apostado a que Kansas conseguiría la gloria después de la peor campaña en números de Mahomes. Sus receptores soltaban los balones, crisis en momentos clave de concentración y el experimentado Travis Kelce a la baja.
Antes de su llegada a la liga, solo su padre tenía tal nivel de confianza en él “Las cosas que hacía de tan joven, sabía que era diferente, sabía que era especial…” Y así demostró una vez más, supo cómo ajustar a su ofensiva, meterla en ritmo y a pesar de no ser los favoritos en la mayoría de partidos en playoffs, consiguieron el objetivo gracias a un estilo sin igual.
Mahomes es libre, se sale de la caja en cuanto a decisiones y jugadas, usa sus piernas y lanza de una manera tan natural mientras se mueve que parece irreal por momentos. Simplemente está haciendo cosas que no se le ha visto hacer a otros quarterbacks, se arriesga, prueba y es único. Lo cual solo hace ilusionar a cualquier aficionado a la liga para lo que se viene en la próxima década.