
El último verano
Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie. Ese parece ser el mojo de Mextenis en los últimos meses, la empresa detrás de la organización de dos de los torneos de tenis más importantes de Latinoamérica: El Abierto Mexicano de Acapulco y el Abierto de Los Cabos.
Estamos listos para vivir la séptima edición del ahora llamado (por motivos de patrocinio) Mifel Tennis Open, la cual será la última disputada durante el intenso calor veraniego de Los Cabos. Hace unos meses, la ATP hizo oficial que a partir de 2024, ambos torneos mexicanos se llevarán a cabo en febrero durante la semana ocho y nueve del calendario, lo cual por supuesto generó reacciones mixtas.
Pero no hay duda que ante el cambio, la buena fortuna favorece a los atrevidos y si Mextenis decidió aceptar el ofrecimiento del circuito para realizar el torneo ATP 250 una semana previa a Acapulco, es porque en todos los sentidos será una ventaja. Si bien se trata de un reto enorme en logística para la organización, la experiencia de 30 años en el ATP 500 y de casi ocho en el destino de Baja California Sur, juegan a nuestro favor.
Lo comparto como periodista que suele cubrir estos eventos y como aficionada al deporte blanco. La facilidad del back to back hará que tenistas de mejor ranking lleguen a Los Cabos como preparación para Acapulco, que sirve además como puesta a punto para el Masters de Indian Wells que también se juega sobre cancha dura.
Mejorar es cambiar, pero de momento, el ATC presume para su último verano la presencia del No. 5 del mundo Stefanos Tsitsipas, que debuta en Los Cabos, junto a otros cuatro jugadores del Top 20 mundial: Cameron Norrie, Tommy Paul, Borna Coric y Alex de Miñaur, campeón de Acapulco. No queda más que disfrutar de un torneo que ha superado todo tipo de adversidades desde que se concibió y que se ha logrado consolidar como uno de los mejores de su categoría en tan breve tiempo.
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