Columna de Nicolás Romay

Nuestra realidad

Gerardo Martino se equivocó. Es raro, pues el técnico del Tri había sido casi perfecto no solamente en toma de decisiones sino en las declaraciones, hasta este martes.

La derrota contra Argentina es normal. No podemos engañarnos. Perder por 4-0 es el resultado de un cúmulo de errores y probablemente no refleja las distancias entre las dos selecciones, pero perder contra los argentinos siempre será normal.

Martino no puede decir que tener 11 partidos sin perder no es lo normal, cuando te enfrentas a los rivales que se enfrentó México. Claro que es normal. Sería un escándalo y un papelazo que el Tri perdiera alguno de esos partidos.

Lo que no es normal es que la defensa cometa los errores que cometió. Llama la atención y preocupa porque nos damos cuenta que en zona defensiva tenemos muchísimo que mejorar y eso no es responsabilidad de Gerardo Martino.

El Tata puso a lo mejor disponible y los jugadores no estuvieron a la altura. Es urgente que las nuevas generaciones presionen para mejorar el nivel pues la falta de nivel en la defensa hace que veamos con nostalgia a Rafael Márquez y con la esperanza de que Héctor Moreno dure para siempre.

Empezamos de verdad. Con los pies en la tierra y con una derrota que pudo ser mayor si Argentina no hubiera bajado la intensidad en el segundo tiempo. La eliminatoria no se nos puede complicar como se complicó la Copa Oro, pues en ese caso, Martino conocería lo que de verdad es dirigir a México. Vámonos, que la pasen bien.



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