Desde la yarda 1

Aprender de los errores

Llego el día. 60 minutos nos separan de saber quien será el campeón de la temporada 2019 de la NFL. En una esquina, los Kansas City Chiefs, entrenados por Andy Reid, quien ya sabe lo que es perder un Super Bowl, pero sobre todo sabe lo que requiere hacer para por fin quitarse ese mal sabor de boca de ser conocido como un gran coach que le tiene miedo al éxito.

En la otra esquina, los San Francisco 49ers, entrenador por Kyle Shanahan, equipo que nadie consideraba como favorito para llegar a esta instancia, pero que detrás de una gran defensiva y un soberbio juego terrestre confirmaron que la apuesta de nombrar a hombre como John Lynch en la gerencia general, aunado al conocimiento del juego que tiene Shanahan, lograron dar el salto de calidad para dominar la NFC, muy a pesar de ser cuestionados cada semana.

Si bien el enfrentamiento se dará en la cancha, el juego de ajedrez que sostendrán Reid y Shanahan en las bancas será digno de contarse por si solo, sobre todo porque ambos tienen cuentas pendientes por saldar en el gran juego, esperando ambos haber aprendido de sus errores.

Reid probó las mieles del Super Bowl cuando aún era entrenador de las Águilas de Filadelfia, fue el Super Bowl XXXIX cuando enfrentó a los Patriotas que buscaban conseguir su tercer campeonato. La gran fortaleza de ese equipo era su juego terrestre, liderado por Corey Dillon y Kevin Faulk. Andy Reid, a sabiendas de ello, decidió enfocar toda su defensiva en frenar a el letárgico pero efectivo juego terrestre de los Pats, sin embargo, fue vía aérea que Nueva Inglaterra les ganó la batalla detrás de una actuación de 133 yardas en 11 recepciones para Deion Branch.

Después de ese día, las cosas no han sido fáciles para Reid, pues siempre se ha quedado en la orilla, pero ese puede cambiar gracias a Pat Mahomes, quien, desde que lo hicieron titular en Kansas City, no ha hecho otra cosa más que ganar, sin importar que tan adversa sea la situación. Además de Mahomes, Reid se ha vuelto un hombre que no tropieza dos veces con la misma piedra, muestra de ello fueron los partidos que jugó ante Tennessee en esta temporada. En la semana 10, los Titans dejaron tendidos a los Chiefs gracias a 188 yardas por carrera, cortesía de Derrick Henry. En la final de la Conferencia Americana, Reid, siendo el gran entrenador que todos conocen, decidió que eso no volvería a suceder y limitó a Henry a solo 69 yardas terrestres, sabiendo el riesgo que implicaba vulnerar su defensiva al casi nulo ataque aéreo de los Titanes.

Shanahan, por su parte, tampoco es ajeno a la parafernalia del Super Bowl. Estuvo ahí hace un par de años, cuando, como coordinador ofensivo de los Halcones de Atlanta, sufrió la voltereta más grande en la historia del Super Bowl. Toda la temporada esos Falcons fueron un verdadero circo aéreo, complementados por un eficiente juego terrestre, pero su ADN era pasar el balón. La situación era fácil para Atlanta, con 8:31 en el reloj, en posición de gol de campo y con 1 yarda por avanzar en tercera oportunidad, Shanahan decide mandar una jugada de pase…el final de esta historia lo sabemos todos. Dont’a Hightowe captura a Matt Ryan, produce un balón suelto y los Patriotas ganan el juego en tiempo extra. Convencido que esa situación no le podía volver a suceder, ahora como entrenador en jefe, Shanahan decidió darle a estos 49ers un ADN 100% terrestre, donde todos bloquean al correr el balón sin importar que se seas receptor. Eso le da una profundidad y complejidad indescifrable al ataque de San Francisco, que además está respaldado por la mejor defensiva de la liga.

Nos espera un duelo de genios en las laterales este domingo. Mi favorito, es San Francisco por ser un equipo más completo alrededor, pero jamás descartaría la magia de Patrick Mahomes para sacar a los Chiefs de una situación de apremio.

  • Douglas Sloane
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