Futbol
Nicolás Romay
Columna de Nicolás Romay Nicolás Romay

El segundo que cambió todo

Ciudad de México

La vida profesional de un futbolista es sumamente corta. Por lo mismo, todos los momentos se disfrutan o se gozan con gran intensidad. Es parte del juego. Al margen de ganar partidos, títulos o cualquier tipo de logro individual, el fichar por un club y empezar un nuevo reto, también es una de esas cosas que se disfrutan.

Que un equipo se fije en ti, pague más de lo que seguramente vales y te vea como su nueva figura, es una responsabilidad tremenda. Empiezas a disfrutar tu etapa desde el momento que firmas el contrato, para después viajar a la que será tú nueva casa y donde comenzaras una nueva vida. Tantas cosas y sentimientos deben de pasar por la cabeza de un futbolista al subirse al avión que los llevará hacia un nuevo reto.

Y todo acaba cuando el avión nunca llega.

Es la historia de Emiliano Sala, futbolista argentino de 28 años de edad que se disponía a probar las mieles de la Liga de Inglaterra y comenzar el reto más grande de su carrera y con una responsabilidad tremenda. Se perdió contacto con el avión y por más intensa que ha sido la búsqueda sobre el Canal de la Mancha no se han tenido buenos resultados.

Las posibilidades de tener un milagro son cada vez menores y de nueva cuenta la vida nos golpea con la realidad de entender que no tenemos la vida comprada. Que en un abrir y cerrar de ojos todo puede cambiar. Pasar de tener un futuro espectacular a la incertidumbre y consternación que tienen al mundo de no saber absolutamente nada.

El día a día nos enseña que los futbolista son seres intocables, que lo tienen todo y que viven en un mundo paralelo en donde el miedo y los problemas no existen. Pero de vez en cuando, pasan cosas que nos demuestran lo equivocados que estamos y empezamos a entender que un segundo te cambia todo, sin importar quién seas. Vámonos, que la pasen bien.

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.