Los frutos secos y sus propiedades

Las células de nuestro cuerpo están formadas por grasas, las cuales necesitan reponerse constantemente. Las oleaginosas, o mejor conocidas como frutos secos, son una fuente de grasas saludables y nutrimentos que nos ayudan a prevenir el envejecimiento y cuidar nuestra salud. Estas son sus principales propiedades:

• Almendras. Son ricas en fitoesteroles, que previenen la absorción del colesterol y protegen el sistema inmunológico. Contienen una proporción óptima de calcio y magnesio, que favorece todas las reacciones de nuestros músculos y cerebro. Aportan vitamina E que lubrica la piel, manteniéndola firme y protegiéndola de las manchas de la edad.
• Castañas. Son el único fruto seco que contiene vitamina C y, gracias a su alto aporte de potasio, protegen nuestro corazón. Contienen cobre, un mineral importante para unir el colágeno, principal proteína de la piel. Además son ricas en vitaminas del complejo B, necesarias para la producción de energía y el metabolismo.
• Nueces. Los nutrimentos que aportan sirven para fabricar serotonina, un químico en el sistema nervioso que nos produce sensación de bienestar. Además contienen melatonina, hormona que interviene en el ciclo natural del sueño. Gracias a su contenido de ácidos grasos omega-3, mantienen la salud y la vitalidad del corazón.
• Pepitas de calabaza. Contienen fósforo, magnesio y vitamina B3, que ayudan a la renovación del tejido del hueso dañado. Son ricas en fitoesteroles, zinc y selenio, que protegen la salud de la próstata. Son ricas en triptófano, aminoácido a partir del cual se produce la serotonina.
• Cacahuates. Son los frutos secos que más aportan vitamina B3 y ácido fólico. Contienen grasas saludables que ayudan a regular los niveles de colesterol. Al igual que todos los anteriores, son de bajo índice glucémico, es decir, que cuando los consumimos no nos disparan los niveles de glucosa o azúcar en sangre, por lo que son recomendables para los diabéticos.

Los frutos secos pueden incluirse en la dieta de muchas maneras, ya sea en ensaladas, licuados, o simplemente como snack junto con una fruta. Puedes consumirlos salados o enchilados y, por supuesto, evita los garapiñados o cubiertos de chocolate. ¡Disfrútalos!