Columna de Raquel Pérez de León

¿Qué es el cortisol y cómo puede afectar tu salud?

¿Te pones de malas cuando tienes hambre? ¿El estrés es parte de tu vida? Detrás de estas sensaciones está el famoso cortisol. Hoy te contaré todo lo que debes saber sobre esta hormona, y los mitos que existen alrededor de ella.

¿Qué es el cortisol?

El cortisol es un tipo de hormona que se produce en las glándulas suprarrenales, dos pequeños órganos que se encuentran sobre los riñones. También se conoce como “hormona del estrés”, pues le da a nuestro cuerpo la energía para poder enfrentar situaciones como la fiebre, el estrés mismo, una lesión o enfermedad. 

Otras funciones son: disminuir el sistema inmunológico, incrementar la producción de glucosa o azúcar, así como acelerar el metabolismo del azúcar, proteínas y grasas para convertirlos en energía.

Consecuencias crónicas del estrés

El problema siempre sucede con los excesos. Se ha visto que las personas que están sometidas de manera constante a situaciones de estrés, y que sus niveles de cortisol se mantienen elevados por mucho tiempo, tienen mayor riesgo de contraer diabetes, resistencia a la insulina, problemas gastrointestinales, insomnio, depresión y problemas de fertilidad.

Cortisol y ejercicio

Siempre nos dicen que hagamos ejercicio para relajarnos y evitar el estrés, y es que el realizar actividad física incrementa nuestros niveles de serotonina y dopamina, hormonas de la felicidad que evitan los estados de depresión y ansiedad. Sin embargo, si el ejercicio es prolongado o de alta intensidad, (como cuando entrenamos para un maratón) nuestro  cuerpo se estresa, y tiene que liberar cortisol para mantener nuestros niveles de glucosa o azúcar en sangre. Por eso es muy importante cuidar la alimentación para contrarrestar ese estrés y que el entrenamiento no sea contraproducente.

El mejor consejo que te doy, es comer algo lo más pronto posible después de entrenar. Lo que mejor nos recupera la combinación de hidratos de carbono con proteínas. De hecho, la proteína estimula a la insulina, y ayuda a que los azúcares que consumamos en ese momento, lleguen más rápido al músculo y se acelere la recuperación. La insulina a su vez disminuye los niveles de cortisol, por lo que comer después del ejercicio es la mejor forma de compensar el efecto del estrés en el cuerpo.

Recuerda que tu salud es primero, y el estrés puede perjudicarla de manera importante. Cuida tu alimentación, ejercítate todos los días y asegúrate de tener un buen descanso.


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