
El fin de una era
Desde hace algunos años, Roland Garros ya no me causaba emoción. Hasta que Rafael Nadal confirmó la noticia que ya todos esperábamos, no podrá competir en el Grand Slam que 14 veces ha conquistado. Este 2023 estamos ante una edición histórica. Aplaudo que es un año en el que al fin todo puede suceder y en que dejamos de tener predicciones concretas a pesar de que hay favoritos. Aún así no puedo evitar sentir nostalgia y tristeza. Ha llegado el fin de una era con la ausencia del español por primera vez desde 2004.
En aquel entonces Roger Federer ya era No. 1 del mundo, Carlos Alcaraz tenía apenas 1 año, el Real Madrid estaba estancado con nueve orejonas, Messi no había debutado y se daba el nacimiento de Facebook. Entiendo que el ocaso de la carrera de Rafael Nadal, que ya dijo que 2024 sería su último año como profesional, no sea motivo de celebración para la gran mayoría de aficionados al tenis, pero honestamente creo que el deporte no solo está listo para nuevas figuras, lo necesita.
Desde que Nadal consiguió su primera Copa de los Mosqueteros en 2005 con 19 años recién cumplidos, solo el Big Three y Stan Wawrinka consiguieron agregar al Abierto de Francia a su palmarés. La realidad es que la cancha Phillippe Chatrier es de las más exigentes del calendario, por lo mismo resulta demasiado sorprendente la manera en que el ganador de 22 majors llegó a dominarla. Ahora a punto de cumplir 37 años, saldrá del Top 100 por primera vez en 20 años, mismo periodo en el que se ha tenido que perder tan solo 15 torneos de Grand Slam.
Este momento iba a llegar más temprano que tarde. 19 años después, por más que Nadal no vaya a estar en el Stade Roland Garros, sin duda estará presente. No solo por su enorme estatua, si no como leyenda y como presión para todos los competidores. La última vez que ni Roger Federer ni Rafael Nadal estuvieron en Roland Garros, Titanic se había estrenado, Google apenas iba a ser fundado, Apple revelaba la iMac y Francia estaba a punto de recibir la Copa del Mundo. Era 1998 y Carlos Moyá consiguió su único Grand Slam. A partir de 1999 irrumpió el suizo con una wild card, por lo que hay una oportunidad única este año.
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