
La alberca será tu mejor amiga, escógela bien
Desde hace mucho he querido encontrar un check list para elegir una alberca de entrenamiento y no he encontrado alguna que esté completa por lo que me dí a la tarea de hacerla. Creo que es necesaria para los que ya nadamos e importante para aquellos potenciales nadadores para que puedan escoger una alberca que tiene todo lo que se necesita para nadar.
Aquí les dejo el checklist (y no es por orden de importancia)
- Tamaño de la alberca: Esta puede ser de 25 (curso corto) o 50 mts. La última es el tamaño oficial de una alberca olímpica y donde la mayoría de las competencias tienen lugar. La alberca de 50 mts te ayuda a trabajar más el “endurance” y concentrarte en un ritmo continuo. Las de 25 mts son más rápidas porque damos más vueltas y el impulso nos ayuda para hacer menos tiempo en las distancias. Además que la mayoría de los gimnasios y escuelas tienen de este tipo y tendrás más opciones si eliges esta distancia.
- Temperatura: La temperatura ideal de una alberca para entrenamiento y competencia es de 25ºC a 28ªC. Mientras más caliente el agua su densidad es menor y el nado se hace más rápido. El contra, de nadar en aguas calientes es que nos pueden deshidratar más de lo normal y aflojan demasiado los músculos; esto es contraproducente durante el ejercicio.
- Profundidad de la alberca: Más profundidad = más agua en la alberca más densa y pesada de nadar. Un buen consejo es, acostúmbrate nadar en albercas profundas para cuando compitas o nades en una no tan honda, tengas una ventaja.
- Tipo de cloro: Es importante saber que tipo de cloro usan, ya que muchos podemos ser propensos a alergias a algunos tipos. El cloro más seguro es el de sales ya que tiene menos químicos que los otros tipos (pastillas o líquidos).
- Rebosaderos: Son éstas rejillas alrededor de la alberca. Esto parece un capricho personal, pero estas ayudan a que el agua siempre esté al mismo nivel. Los rebosaderos ayudan a que no se hagan olas en la alberca y al momento de respirar no traguemos agua.
- Limpieza: El piso de la alberca, por más honda que sea, debe ser MUY visible. Cualquier turbiedad en el agua, nos habla de la falta de limpieza.
- Duchas/Regaderas: Es importante siempre poder ducharte antes y después de nadar. Esto mantendrá la alberca más limpia y tu podrás quitarte el cloro más rápido.
- Ubicación: Lo más cerca que puedas estar de la alberca ya sea de tu trabajo, escuela o casa. No queremos que por la lejanía, siempre tengas una excusa para no nadar.
Espero esta lista les sirva al momento de decidirse por una alberca. La mayoría te permiten tomar una clase de prueba lo que te ayudará a darte cuenta de todos estos puntos ¡Feliz nado!
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