Columna de Raquel Pérez de León
Las cinco razones para incluir chía en tu dieta
Raquel Pérez de León
Recuerdo cuando la chía se puso de moda y todos andábamos tomando agua con chía. Bueno, pues déjame contarte que no estábamos mal.
La chía es originaria de América Central. Junto con el maíz y el amaranto, fue base de la alimentación de las culturas mesoamericanas. Sin embargo, recientemente ha crecido su popularidad debido a sus propiedades nutrimentales. Estas son las razones por las que debes incluirla en tu alimentación:
- Fuente de ácidos grasos esenciales. La chía es una fuente vegetal de ácidos grasos omega-3 por lo que, si eres vegano, es una excelente opción para obtener este tipo de grasas, mismas que ayudan a la salud del corazón, así como a la función cerebral.
- Alta en fibra. Ayuda a prevenir y tratar el estreñimiento, gracias a la cantidad de fibra que aporta. La chía absorbe agua y forma una especie de gel, que arrastra los excesos de colesterol y glucosa, por lo que puede favorecer los niveles saludables y, además, se expande en el estómago y nos mantiene satisfechos por más tiempo.
- Ayuda a conservar la juventud. Destaca por su alto contenido de antioxidantes. ¿Esto qué quiere decir? Que ayuda a disminuir la acción de los radicales libres, mismos que se relacionan con enfermedades crónicas y degenerativas, así como con el envejecimiento celular. Si atacamos a esos radicales libres, podemos mantenernos más sanos y jóvenes.
- Contiene proteínas de alta calidad. Contiene todos los aminoácidos esenciales, es decir, los que nuestro cuerpo no puede producir y necesita obtener de la alimentación. Junto con la quinoa y la soya, es de los pocos alimentos vegetales que pueden considerarse proteínas de alta calidad.
- Más rica en calcio que la leche. Es una de las fuentes vegetales más importantes de este mineral, importante para formar y mantener la estructura de nuestros huesos y dientes.
¿Cómo incluirla en la dieta?
- La porción recomendada es de dos cucharadas soperas, lo equivalente a 30 gramos.
- Lo ideal es que si vas a consumirla con agua, la dejes hidratar al menos 15 minutos antes de ingerirla.
- Puedes preparar pudines con fruta, leche de almendra y chía o agregarla de forma espolvoreada a tus ensaladas, fruta, yogurt o avena.