
Pan de muerto: tradición que también puede ser saludable
El problema no está en el pan, sino en la relación que construimos con la comida. Cuando clasificamos los alimentos como 'buenos' o 'malos', corremos el riesgo de perder el equilibrio.
Un corredor necesita disciplina, pero también flexibilidad, y no hay nada de malo en disfrutar una pieza de pan de muerto, si el resto de la semana nos cuidamos.
¿Cómo disfrutar de un pan de muerto?
• Si me preguntan, el mejor momento para comerlo es después de correr. En esos minutos, los músculos necesitan hidratos de carbono simples, es decir, de rápida absorción, para reponer la energía gastada. Tenemos alrededor de una hora antes de que se cierre esa 'ventana' de recuperación, y lo ideal es acompañarlos con un poco de proteína para optimizar la reparación muscular.
• Disfrútalo conscientemente y sin culpa. Comer despacio y saborear cada bocado ayuda a que el cerebro registre placer y saciedad. El comer con culpa, puede ser peor que el azúcar como tal, pues no disfrutamos y nos perdemos parte importante del sentido de nutrirnos.
• Si quieres una opción más saludable. ¡No lo acompañes con leche con chocolate! Mejor café sin azúcar, o leche vegetal.
Así como entrenamos el cuerpo para resistir kilómetros, también podemos entrenar la mente para disfrutar sin excesos y sin culpa. La verdadera alimentación saludable no prohíbe, enseña a elegir. Y a veces, elegir decir 'sí' a un pan de muerto es también una forma de equilibrio.
Raquel Pérez de León es Nutrióloga del Deporte y ultramaratonista. Te enseñará hábitos saludables de alimentación, así como los tips que necesitas para ser un mejor corredor.
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